En el índice inflacionario de septiembre, la Salud figuró entre los rubros con mayores aumentos. En particular, los medicamentos -que son los de mayor peso dentro del grupo “productos medicinales, artefactos y equipos para la Salud” que releva el INDEC, registraron la mayor suba interanual (87%, contra 53,7% del índice general). Es decir muy por encima de los aumentos que registraron otros productos. ¿Cuál es la razón?
Desde la Cámara que agrupa a los laboratorios extranjeros (CAEME), explican que “los medicamentos pertenecen a una industria fuertemente impactada por las variaciones en el tipo de cambio, ya que una gran parte los productos comercializados en la Argentina son de origen importado y, a su vez, los producidos en el país se realizan con principios activos importados”. En este sentido,”luego de las PASO, el peso sufrió una devaluación de más de 30%, lo que impactó directamente en el sector”, explican.
Otra fuente vinculada a la comercialización confirmó que claramente las nuevas listas de precios fueron publicadas con posterioridad al aumento del tipo de cambio.
Según los datos que maneja CAEME, en septiembre, el aumento promedio de los medicamentos fue de 4,85%. Mientras que indicador relevado por el INDEC promedió 10,1% en el mismo lapso.
Otra de las versiones sobre las remarcaciones en los precios de los medicamentos señala que los laboratorios temen que los aumentos vuelvan a estar controlados. Y que, por ese motivo aprovecharon la situación para realizar los ajustes.
“Muchos productos son importados pero es cierto que aumentaron todos sin importar el impacto del dólar que cada uno tenía sobre la materia prima”, explicó otra fuente del mercado que prefirió no identificarse.
Según la cámara de los fabricantes extranjeros, “el precio de los medicamentos no está únicamente ligado al incremento de los laboratorios, sino que hay que observar toda la cadena de valor y el componente impositivo. Para entender el peso específico de esa cadena, un medicamento que sale del laboratorio a un precio de $ 100, llega al consumidor a $ 175 en promedio”, explicó un vocero de la entidad.
Eugenio Semino, ombudsman de la Tercera Edad, explica que, para los jubilados, los remedios implican un tercio de la canasta mensual que, hasta los primeros días de octubre, ascendía a $ 37.800. En el último año, “los medicamentos de PAMI subieron según el promedio de la inflación pero el resto subió un 100%”, dice.
En esta canasta de la Defensoría se incluyen los medicamentos generalmente más consumidos por los adultos mayores, como antihipertensivos, analgésicos, productos para el colesterol y la diabetes, entre otros. “Además, hay que agregar los insumos farmacéuticos, como los adhesivos para las prótesis o los protectores nocturnos, que están atados al precio del dólar e impactan muy fuerte en el gasto”, señaló Semino.
Otra hipótesis que explicaría la suba exponencial de los remedios es que las farmacias, al tener una menor rentabilidad de la venta de los productos subvencionados por PAMI (menos 30%), optan por recuperar ese déficit en las ventas particulares o de obras sociales, confió una fuente conocedora de las operaciones con el organismo previsional de Salud.
Jimena Worcel, de la Cámara que agrupa a los medicamentos de venta libre (CAPEMVeL) -que concentran el 10% del mercado-, asegura no tener datos sobre los últimos incrementos de precios ya que eso “lo establece cada empresa con su portfolio de productos”, dice. Pero explica que los artículos de venta libre (como antiácidos o tratamientos para la alergia, entre muchos otros), tienen mucha competencia entre productos, con lo cual hay una gran variedad de precios. “Son una categoría de productos elásticos: cuando la gente tiene menos dinero, deja de utilizarlos. Por eso, en el último año especialmente tuvieron una caída de consumo que promedió el 18%.
FUENTE: Diario Clarín