Tailandia comenzó a instalar máquinas expendedoras de mascarillas de tela en varias estaciones de tren urbano, a raíz de la imposición a todos los pasajeros de llevarlas durante su viaje en el marco de las medidas que buscar frenar la propagación del coronavirus.
Las mascarillas, confeccionadas por presos del Departamento de Correccionales, se pueden adquirir desde este jueves y cuestan 25 bat por unidad (0,76 dólares).
“Queremos evitar el contacto físico y frenar la propagación del virus. Los compradores se sentirán más cómodos y seguros al adquirir en las máquinas” señaló Wasin Vannapruges, director de mercadotecnia de Airport Rail Link.
Esta línea de tren elevado, que gestiona la compañía pública Ferrocarril Estatal de Tailandia, conecta el principal aeropuerto del país y el centro de la capital y contará con puntos de venta tres estaciones.
Según el directivo, la empresa no sacará beneficios de las ventas y estudian ampliar el número de máquinas al resto de estaciones.
Las expendedoras se encuentran cerca de donde se adquieren los billetes y antes del acceso a los andenes de la línea.
El uso de barbijos se enmarca en las medidas de emergencia impuestas por el ministerio de Salud de Tailandia iniciadas el 25 de marzo y es obligatorio para todos los viajeros en las cinco líneas de metro subterráneo y tren elevado de Bangkok.
Tailandia fue el primer país fuera de China en detectar infectados por el coronavirus.