Al parecer China, Taiwán, Corea del Sur y Japón tienen bajo control al coronavirus. Parte de la solución en esos países es una estricta organización y un rígido control, además de la disciplina de los asiáticos y un vasto empleo de las ciencias y la tecnología moderna.
Al parecer China, Taiwán, Corea del Sur y Japón tienen bajo control al coronavirus. Parte de la solución en esos países es una estricta organización y un rígido control, además de la disciplina de los asiáticos y un vasto empleo de las ciencias y la tecnología moderna. Reporteros de China, Taiwán, Corea del Sur y Japón muestran cómo sus países han superado la peor parte de la crisis y han logrado frenar la propagación de la epidemia de COVID-19. En Corea del Sur la clave del éxito para limitar la infección colectiva ha sido la realización de pruebas en masa y el empleo de las más modernas tecnologías. En Taiwán la puesta a disposición de medios y recursos, así como la creciente solidaridad ciudadana contribuyeron a frenar el avance del virus. En Japón la disciplina individual y las estrictas medidas de higiene han permitido seguir adelante con la vida pública en ciudades tan populosas como Tokio. Y en China, lugar de partida de la pandemia de COVID-19, el aislamiento total, con confinamiento y un rígido control, detuvieron el avance del virus, si se quiere dar crédito a las afirmaciones de la cúpula de Pekín. Por lo pronto no se puede predecir cuán duraderas serán todas estas medidas, pero lo cierto es que, de momento, ofrecen un rayo de esperanza: hay una vía para salir de esta crisis.