La angustia que supone la muerte de un familiar no opacó la bondad de ayudar a salvar otras vidas y eso permitió que cuatro misioneros donaran sus órganos en medio de la pandemia por coronavirus, que permitieron salvar la vida de trece personas, algunas de ellas de la misma provincia y otras del resto del país.
En tiempos de coronavirus el equipo de salud del Hospital Madariaga pudo ejecutar una serie de prácticas médicas de alta complejidad, que sumadas a la generosidad de familias misioneras, lograron la mejor noticia para trece personas que estaban en la lista de espera para ser trasplantadas y que hoy se recuperan satisfactoriamente de esas cirugías.
En el nosocomio también se pudo lograr con éxito la donación de células progenitoras de la sangre que lograron llegar a tiempo para salvar la vida de una persona con leucemia. Esas células se producen en la medula ósea que se encuentra en el interior de los huesos y pueden ser donadas a otra persona que lo necesite cuando se dan ciertas compatibilidades entre donante y receptor.
La donación se puede realizar a través de una punción de médula o por una práctica parecida a la donación de sangre.A pesar de las limitaciones que impuso la pandemia de coronavirus, el sistema de donación y trasplante de órganos en nuestro país buscó la forma de adaptarse a los nuevos tiempos y en medio de la cuarentena se realizaron cerca de 110 trasplantes de órganos, 40 de corneas y 80 de células de médula ósea en todo el país.Si bien según las estadísticas oficiales los trasplantes durante la cuarentena disminuyeron a aproximadamente en un 50%, el sistema nacional que involucra a todas las provincias en esta tarea de donar y recibir órganos, tejidos o células humanas, nunca se apagó y buscó los mecanismos necesarios para seguir salvando vidas.
El Territorio visitó el miércoles pasado la sede del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) ubicado en el barrio porteño de Belgrano donde dialogó con su presidente, el médico Carlos Soratti, para conocer cómo repercutió en esta área médica la llegada de la pandemia de coronavirus al país. “Nuestro trabajo consiste en ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas y a veces salvarla con un trasplante. Y esa tarea no se puede parar. Esto debe seguir andando. Tuvimos que hacer nuevos protocolos para adecuarlos a la realidad de la pandemia. Vivimos experiencias muy gratificantes en estos días. Cada centro médico, cada provincia, cada equipo de salud está aportando lo mejor que tiene para que el sistema siga funcionando. Y un ejemplo claro es esta unidad de células que se colectó en Misiones y que llegó hoy -por el miércoles pasado- a Buenos Aires a bordo de una ambulancia del Ministerio de Salud de la Provincia. Una acción que muestra el compromiso muy fuerte que tenemos como país en hacer todo para que las donaciones y trasplantes se puedan seguir concretando”, señaló Soratti.
El bioquímico Pablo Galarza forma parte del Registro Nacional de Células Progenitoras Hematopoyéticas, que dirige el médico misionero Richard Malan. El registro fue creado en el año 2003 y forma parte de una red mundial que agrupa a 37 millones de personas donantes en todo el mundo.A ese registro se acude cuando a una persona por ejemplo le diagnostican una leucemia, que requiere de un trasplante de medula ósea, que es el trasplante de células progenitoras donadas por otra persona. “Primero se busca entre los familiares posibles donantes compatibles y si no los hay se recurre a esta especie de banco mundial de donantes de células”, explicó Galarza.
Por su parte, Malan se mostró muy conforme con el trabajo médico realizado en Misiones. “En nuestra provincia podemos hacer trasplantes renales, de medula ósea, córneas, huesos y piel, que antes si se necesitaban había que derivar los pacientes a Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe. Hemos avanzado mucho en este campo y ahora en el marco de la pandemia estamos trabajando con protocolos especiales por coronavirus, pero sin descuidar la necesidad de seguir logrando donaciones y trasplantes que son la única posibilidad de vida para muchas personas”. Malan se desempeñó antes como director del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de Misiones (Cucaimis) que actualmente dirige el doctor Luis Esquivel.
FUENTE: elterritorio.com.ar