Laura Bover, científica argentina que lidera un grupo internacional de 60 científicos e investigadores que se centra en la utilización del plasma de pacientes recuperados de COVID-19 como forma de tratamiento, habló en La Mañana Menos Pensada para describir cómo es el trabajo que realizan en Texas (Estados Unidos).
Bover aclaró que se “no se puede afirmar completamente, aunque es muy esperanzador, que la gente se cura“. Partiendo de esa base concisa, sostuvo que “se recuperan muchos pacientes, tarda la recuperación como cualquier medicamento experimental pero es una de las mejores opciones”.
La experiencia norteamericana que comentó la científica argentina trata de una muestra de “26 mil pacientes que fueron tratados con plasma y muchos se han recuperado. Hay que comparar con otros tratamientos”, advirtió.
En esa comparación con otros tratamientos, Bover marcó que “el plasma es seguro“, a comparación de otros remedios que pueden tener efectos adversos. “A los pacientes muy severos no les modifica nada pero a los que se los trata un poco antes se acelera 2,5 la recuperación. Esto es una comparativa entre los que recibieron plasma y los que no”, explicó la mujer.
Plasma en Argentina
Viendo el avance de los tratamientos con plasma en el país, a la distancia Bover sostuvo que “en Argentina hay mucha desinformación, en pacientes leves no sirve para comparar con un paciente grave”, anticipó. Y ejemplificó que de “todos los pacientes graves analizados en Wisconsin, solo 4 murieron y hubo varios que se recuperaron”.
En el proceso de validación de un tratamiento con plasma, Bover dijo en Radio EME que están “ansiosos por ver los resultados y aclarar a los que piensan que el plasma no es una opción válida. Es un proceso riguroso”.
FUENTE: Radio EME