Mauricio Farez cofundó Entelai, una compañía argentina que facilita la consulta médica, tanto para el paciente como para el especialista. Junto a su socio Diego Fernández Slezak, están ayudando hoy al sistema de Salud con un algoritmo para soporte diagnóstico de COVID-19 en radiografía de tórax.
Para muchos, la aplicación de Inteligencia Artificial en salud es un tema de debate y cuestionamientos. Pero, para otros, es una fuente inagotable de oportunidades. Así lo vieron Mauricio Farez, investigador y médico del FLENI con su socio Diego Fernández Slezak (UBA).
En el 2014, los especialistas comenzaron a investigar nuevas aplicaciones de la IA en la medicina. Ninguno de los dos creyó que la relación entre el doctor y el paciente debía ser lineal. Y así, después de tres años de trabajo, decidieron formalizar su emprendimiento: Entelai.
Actualmente, la compañía está ayudando al sistema de Salud y desarrolla un algoritmo para soporte diagnóstico de COVID-19 en radiografía de tórax, para que los médicos lo puedan usar en casos de duda y en la toma de decisiones. A lo anterior, se le suma el lanzamiento de nuevos proyectos en tomografía de tórax y cerebro para ayudar a los médicos a trabajarcon más precisión. También, la compañía fue seleccionada por Endeavor para formar parte de su Scale Up Program, por su grado de innovación y su potencial de crecimiento.
En entrevista con Endeavor, esto es lo que compartió Mauricio Farez, uno de los fundadores.
¿Cuál es la historia detrás de la compañía? ¿Qué te inspiró a emprender?
Mauricio Farez: Creo que la inquietud de buscar nuevas soluciones y horizontes es algo que viene desde niño. La inconformidad, no aceptar que las cosas que no se hacen bien no se puedan cambiar. En salud, hay muchos desafíos: falta de acceso, falta de recursos humanos en muchas regiones del mundo, costos crecientes y una performance como servicio muy por debajo de lo que exigimos a otros servicios.
Con Diego nos torturaba la idea de pensar ciertos procesos que ocurren hoy en la práctica médica y que afectan seriamente la salud de las personas. Decidimos aplicar la inteligencia artificial para que nos ayude a mejorar el sistema de salud para todos (pacientes, médicos, instituciones, prepagas).
Si tuvieras que explicarle tu emprendimiento a alguien que lo escucha por primera vez, ¿cómo lo presentarías?
MF: Entelai ofrece servicios inteligencia artificial en el área de salud. Por ejemplo, uno de nuestros productos, Entelai Pic, usa inteligencia artificial para analizar resonancias de cerebro, mamografías, radiografías y tomografías; ayudando a los médicos a medir con mayor precisión y a detectar antes de tiempo lesiones o problemas que pudieran surgir en las imágenes.
¿Qué valores buscás transmitir con la empresa? ¿Cómo estos se ven reflejados en tu equipo de trabajo?
MF: Siendo los dos fundadores científicos del CONICET con varios años de investigación y publicaciones, nos consideramos una “empresa científica” con la misión de hacer la medicina de mayor calidad, con menor costo, disponible las 24 hs. Tomamos muy en serio el desarrollo y la validación de nuestros productos, y eso se ve reflejado en que somos la primer empresa en recibir una aprobación regulatoria por ANMAT para un producto de inteligencia artificial. El equipo que elegimos y que nos eligió tiene muy en claro esta misión, siendo en su mayoría doctores en física o con gran formación en ciencia de datos.
¿Qué desafíos iniciales se te presentaron? ¿Cómo los resolviste?
MF: La pregunta sería: cuál desafío no se nos presentó. Nos pasó todo lo malo que le podía pasar a un grupo de emprendedores. Sin embargo, creo que el principal desafío es interno. Abandonar lo “pre-establecido” como médico e investigador, el camino que todo el mundo sigue, para adentrarse en lo desconocido y creer que uno puede cambiar o generar algo nuevo fue el principal desafío. Cambiar la comodidad de un sueldo, haciendo algo que uno está entrenado por varios años para hacer, por el desarrollo de algo que uno nunca sabe cómo va a terminar. Todo esto trabajando dos o tres veces más, sin sueldo o con una reducción de el; es algo que no suena muy atractivo.
En mi caso, tener todo el apoyo, el afecto y la paciencia de mi familia fueron fundamentales. Una vez que uno ya tomó la decisión y cuenta con la energía y la determinación, resolver los problemas de crisis cambiarias, equipo, financiamiento, paros, burocracia, ventas, estrategia y demás, de alguna manera se resuelven. Además, en el camino te vas encontrando con gente muy interesante que se enamora de nuestra misión y te da una mano enorme, como en nuestro caso fueron FLENI, el MinCyT, Endeavor y muchos más.
¿Cómo te organizás para trabajar? ¿Cómo es un día habitual en tu rutina?
MF: Trato de arrancar temprano y estar a las 7-7.30 en la oficina; sacar algunos emails rápidos; y en un buen día, desconexión hasta el mediodía para el análisis y la creación; tratando de dejar reuniones para la tarde. Con el equipo hacemos reuniones semanales cortas para poder dar seguimiento a los temas. Trello y el calendario son mis mejores aliados para mantener todos los procesos organizados.
¿Cómo conociste a tu equipo?
MF: En 2014, cuando hice el click de que había que cambiar la forma en que se practicaba la medicina, me dije: “tengo que buscar al mejor investigador en inteligencia artificial en Argentina y le tengo que contar lo que me pasa”. Así fue como busqué en Google cuál era el investigador más prestigioso en cuanto a métricas de publicación y me apareció Diego. Le escribí y me contestó enseguida. Me dijo que vaya a su laboratorio a tomar unos mates. ¡La conexión fue instantánea! Ambos veíamos los mismos problemas y teníamos una idea similar para poder solucionarlos.
Después, a medida que el proyecto fue tomando forma, fuimos buscando gente muy capacitada (en Argentina hay mucha), pero a la vez con ganas de cambiar la medicina a través de la ciencia. En este proceso de selección mutuo tuvimos la suerte de poder armar un gran equipo y esperamos que siga creciendo con el mismo espíritu de startup que tenemos ahora.
Actualmente, ¿qué desafíos tenés?
MF: Hacer el mejor producto posible para que los médicos podamos trabajar mejor, darlo a conocer y llevarlo a todo el mundo.
¿Pensás que emprender fue un antes y un después en tu vida? ¿Por qué?
MF: Si, estoy todavía muy metido en este proceso como para decirte concretamente por qué. En 5 años quizás pueda mirar atrás y contestártartelo mejor.
¿Cuál es tu sueño de acá a 5 años?
MF: Ver que a través de Entelai los pacientes reciben mejor atención sin importar donde vivan, ni su condición. También me gustaría que los médicos trabajen mejor y más cómodos que como lo hacen ahora.
¿De qué te arrepentís?
MF: En este camino de emprendedurismo uno comete muchísimos errores y lo importante -más que arrepentirse- es ser autocrítico: entender porqué se cometió el error, corregir lo que haya que corregir y seguir adelante.
¿Cómo impactó el Coronavirus en tu negocio y cómo estás ayudando a la comunidad?
MF: Dado que operamos en LATAM y siendo una de las regiones más afectadas, muchos de nuestros clientes o prospectos están sufriendo mucho la baja de consultas para estudios de imágenes. En ese sentido, trabajamos acompañando a los clientes ofreciendo nuestra herramienta para Covid de manera gratuita y ayudando para que aprovechen este tiempo de desafío en redoblar la apuesta y empezar a implementar IA en sus rutinas de trabajo.
Si tuvieras que agradecerle a alguien por todo lo que lograste hoy, ¿en quién pensás?
MF: Personalmente, a Entelai le falta crecer mucho para que lo considere un logro. Teniendo eso en cuenta, hay tantas personas con las cuales estoy agradecido, en lo personal y profesional, que sería imposible listarlos. Pero las primeras personas que vienen a mi mente son gente de mi familia: padres, hermanos, Guille, Sofi y Tomi. Ellos son fuente inagotable de inspiración y energía.
FUENTE: Endeavor