Por Gisela Gentile
La cantidad de casos de coronavirus en todo el país va en aumento, y el tan famoso “pico de la curva” parece no llegar nunca. Mientras tanto, y debido a la profunda la crisis económica, las fases de aislamiento se van flexibilizando.
Si bien en este tiempo se han adquirido cantidad de respiradores y se han adecuado lugares de aislamiento, no todas las provincias cuentan con un sistema de salud sólido que pueda soportar una pandemia de estas características.
En la provincia norteña las organizaciones sociales y políticas, temen por lo que ocurrirá en los próximos días una vez ocupadas las camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI), es inevitable que el fantasma de lo ocurrido en otros países comience a circular. Nadie quiere imaginar una situación en donde los médicos se vieran obligados a emplear un protocolo de selección y clasificación de pacientes que se emplea en la medicina de emergencias y desastres (Triage). Es decir que los pacientes que tengan menor probabilidad de sobrevivir, en este caso, todos los pertenecientes a grupos de riesgo, serán los que tengan menos prioridad de atención.
La pandemia desnudó el endeble sistema sanitario: en sólo 42 días Jujuy pasó de ocupar el escalafón de uno de los principales puestos del país en torno al “éxito” del control sanitario y el avance hacia una posible normalidad, a encontrarse en una situación límite: en la primera semana de agosto podrían acabarse las camas de terapia intensiva disponibles de mantenerse este ritmo de contagios.
Un recorrido por los centros de salud
En San salvador de Jujuy, el Hospital San Roque tiene el 92 % de las camas ocupada en UTI, con el agregado de que faltan terapistas y los respiradores no son suficientes, ya que el paciente con covid-19 usa aproximadamente 30 días el respirador.
Los pacientes con enfermedades renales crónicas de diálisis se encuentran en una situación desesperante: no hay lugar en Jujuy para dializar a un enfermo Covid-19 positivo.
En el Hospital Pablo Soria, el jueves 8 del corriente se habilitó una sala de Covid en la Sala 5 (que pertenecía a neurología, urología y post-quirúrgico de cirugía toráxica) con 11 camas mas 4 respiradores, ese día se llenó esa sala. Destacando que se eliminó la sala de quemados.
Los pacientes con enfermedades renales crónicas de diálisis, se encuentran en una situación desesperante, ya que no hay lugar en Jujuy para dializar a un enfermo Covid-19 positivo.
La situación en el Hospital materno Infantil no es muy diferente, y preocupa el traslado de pacientes con Covid-19, fuentes del lugar afirman que ya se produjeron contagios de Covid a niños con cáncer, en la sala Fucsia, se vio afectada una niña de 8 años con domicilio en La Esperanza.
El hospital de de Campaña de Jujuy tiene sus 120 camas ocupadas, sin baños higiénicos (baños químicos) y sin calefacción. La misma situación ocurre en el Hospital Carlos Snopek de Alto Comedero.
Las diferentes agrupaciones sociales y políticas de la zona dijeron que “pretenden alojar a los adultos mayores con Covid en el Hospital junto a los niños. Los jefes de diferentes servicios renunciaron, pero no se les acepta la renuncia, además de esta situación existen gran cantidad de traslados compulsivos de los médicos a lugares alejados. Sostenemos que se dan muchos casos de contagios en los hogares de ancianos, pero no tenemos acceso a datos certeros”.
El hospital de de Campaña de Jujuy tiene sus 120 camas ocupadas, sin baños higiénicos (baños químicos) y sin calefacción. La misma situación ocurre en el Hospital Carlos Snopek de Alto Comedero que se encuentra completo también.
En Palpalá se ubica el Hospital Gallardo que se encuentra sin elementos de protección para el personal. Al tener muy pocos internados, están recibiendo pacientes de Covid de toda la provincia pero sin contar con los elementos necesarios para la llegada de pacientes con este virus. En la misma situación está el Hospital Plinio Zabala, que se encuentra en zona roja y no tienen elementos para hisopar.
En materia de los elementos para la protección, las cantidades no son suficientes para el personal médico y auxiliares, ya sea de barbijos (calidad N95), mamelucos, antiparras, cofias, batas, hemorepelentes, botas y máscara de protección facial.
El hospital Guillermo Paterson en San Pedro cuenta con tan solo 3 terapistas, destacando que no hay allí respiradores en cantidad suficiente para atender la pandemia. Fuentes del lugar indican que “solo hay 8 respiradores de los cuales 4 están con las horas vencidas, lo que significa que no tienen el funcionamiento para los cuales fueron diseñados, 2 no funcionan por mal mantenimiento, y 2 que prestó el fallecido doctor Carlos Lucero. No hay electrocardiógrafo, el cual es fundamental para monitorizar pacientes y efectuar el seguimiento en pacientes infartados. Además cuando ingresa un paciente en UTI, hay que hacerle un electrocardiograma, agregando que la terapia carece de depresor negativo que se utiliza para ventilar pacientes con Covid-19”.
En materia de los elementos para la protección, las cantidades no son suficientes para el personal médico y auxiliares, ya sea de barbijos (calidad N95), mamelucos, antiparras, cofias, batas, hemorepelentes, botas y máscara de protección facial.
Otra información que resulta alarmante es que se cortaron las rondas por los pueblos de la puna, y llevan más de dos meses sin visita médica.
En el Hospital Oscar Orias de Ledesma, no hay médicos de terapia intensiva y las camas UTI están ocupadas al 100 %. La directora del Hospital, enfermeras y sanitaristas, están realizando campañas de donación en las redes para contar con los Elementos de Protección Personal, dado que no hay en calidad ni en cantidad.
El hospital de Abra Pampa es dirigido por un enfermero y cuenta con 6 médicos es su planta, 2 médicos con licencia Covid- 19 por edad, el 3º licencia psiquiátrica y el 4° pidió licencia por convivencia con madre con comorbilidades. Es decir, que hay solo dos médicos para una población de 20 mil habitantes. Otra información que resulta alarmante es que se cortaron las rondas por los pueblos de la puna, y llevan más de dos meses sin visita médica.
En Quebrada y Puna, en donde viven 80 mil personas no existen ni Terapias ni quirófanos, destacando que los hospitales de la zona serían la fuente contagios. Las condiciones de los hospitales de Jujuy es realmente desesperante, en donde las denuncias se vienen dando desde mediados de febrero. Las mismas son relativas al achicamiento del sector de la salud pública a favor del sector privado, lo que generó falta de recursos humanos, insumos y falta de infraestructura.
FUENTE: conclusión.com.ar