El 21 de septiembre pasado, un hombre de 57 años oriundo de General Pico sufrió un pico de presión arterial que le produjo la rotura completa de la aorta desde su nacimiento en el tórax hasta la bifurcación en las arterias femorales de la pierna, un cuadro muy grave que tiene altísimas probabilidades de muerte. Ante esta alarmante situación, el paciente Sergio Medina fue trasladado de urgencia al Sanatorio Santa Rosa, donde le practicaron una operación sin precedentes que combinó la resuspensión de la válvula aórtica y el reemplazo con prótesis en la parte ascendente de la arteria con un paro total de la circulación sanguínea y el enfriamiento a 14ºC del cuerpo del paciente.
La complejísima cirugía, que duró seis horas en total, estuvo a cargo del cirujano cardiovascular y jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Sanatorio Santa Rosa, Jorge Rigutto, quien estuvo acompañado del minucioso trabajo de su equipo de cirujanos y también del perfusionista y técnico en circulación extracorpórea Oscar Giménez, un profesional que cuenta con el valioso antecedente de haber trabajado junto con el recordado René Favaloro.
A varios días del procedimiento, Rigutto celebró en diálogo con LA ARENA la favorable evolución que tuvo el paciente piquense que, tras varios días internado en recuperación luego del procedimiento, mañana será dado de alta y podrá volver a su casa. «La recuperación fue larga porque la disección aguda de aorta tipo A que sufrió a causa del pico de presión y su posterior operación lo requerían, pero lo cierto es que el paciente quedó nuevo», destacó.
Cirugía.
Si bien reconoció que se han hecho operaciones similares en el país, aseguró que «en este caso la novedad es la triple combinación que hicimos entre el procedimiento de Yacoub modificado por David, que requiere la resuspensión de la válvula aórtica, junto con el reemplazo de la aorta ascendente con una prótesis Dacrom y el tratamiento de la aorta descendente con una prótesis autoexpandible».
De esa manera, según explicó el profesional médico, se logró la corrección del arco aórtico, que presentaba una importante rotura al igual que las dos carótidas que van al cuello. Al mismo tiempo, el procedimiento realizado por el equipo de prestigiosos cirujanos logró la corrección «de toda la aorta torácica descendente» a partir de la colocación de la prótesis autoexpandible.
«Insisto, no fue común lo que se hizo porque el paciente fue trasladado de urgencia desde General Pico hasta el Sanatorio y se lo operó en el transcurso de seis horas en un contexto marcado por la mortalidad que presenta el cuadro, que va en aumento con el pasar de las horas. No tratada, la mortalidad de la patología es del 100%, pero con tratamiento dentro de las primeras horas ese porcentaje baja al 50% o 60%», sostuvo.
A 14 grados.
Otro de los aspectos llamativos y que elevan aún más la complejidad del procedimiento que se llevó a cabo en septiembre pasado, es que debió estar respaldado por un proceso de circulación sanguínea por fuera del cuerpo del paciente mediante una bomba mecánica, seguido del enfriamiento hasta los 14ºC y la parada circulatoria total.
«Con la circulación extracorpórea se fue logrando el enfriamiento del cuerpo con el objetivo de proteger la totalidad de los órganos del paciente al igual que su cerebro. Cuando logramos esa temperatura paramos la circulación y retiramos los cinco litros de sangre que tiene el cuerpo, de manera que el paciente quedó exanguinado», indicó.
Y agregó que «ese proceso nos permitió trabajar con ‘tranquilidad’ porque uno puede aplicar la técnica de reparación con facilidad ya que la aorta está vacía». Sin embargo, Rigutto advirtió que «hay que ir rápido ya que a medida que pasan los minutos la posibilidad de que aparezcan complicaciones va en aumento».
En el mismo sentido se expresó el perfusionista Oscar Giménez, que estuvo a cargo de esa parte del procedimiento. «El armado de la bomba donde se depositará la sangre del paciente tiene que ser rápido y con un elevado nivel de pericia, es decir, mientras el anestesista lo acomoda para comenzar el procedimiento, nosotros ya tenemos que estar poniendo la bomba en condiciones en contados minutos», sostuvo el profesional que, como se mencionó antes, trabajó con René Favaloro en sus inicios en el Sanatorio Güemes y también en la Fundación que lleva el nombre del cardiocirujano que desarrolló el bypass.
Al procedimiento señalado se lo conoce como «paro circulatorio total con hipotermia profunda» que, según manifestaron los profesionales que intervinieron en la operación, ocupó tan solo 37 minutos del total de las horas que llevó la cirugía entera.
«Un orgullo».
Por último, LA ARENA dialogó con el director médico del Sanatorio, Raúl Colombato, quien celebró el éxito de la inédita operación realizada al paciente de 57 años y lo atribuyó a la calidad profesional de Rigutto y Giménez. «Para Santa Rosa tenerlos a ellos es un gusto, nos da una imagen excelente y es un orgullo que sean parte de la institución», manifestó.
A su vez, resaltó el contexto en el que se llevó a cabo el procedimiento y destacó no sólo el trabajo que realiza la institución sino el esfuerzo mancomunado que realizan junto a Salud Pública. «Trabajar con Salud ha sido muy importante para nosotros y hay conformidad mutua con eso. Me parece que el trabajo conjunto es la forma, es fundamental. Y puntualmente quiero destacar y agradecer el apoyo incondicional que tuvimos y tenemos por parte del ministro de Salud Mario Kohan y del subsecretario Gustavo Vera», cerró Colombato.
Como se lo ve en la foto principal de la nota, el paciente se encuentra bien, con ánimo y mañana podrá regresar a General Pico para reencontrarse con sus seres queridos y seguir con la recuperación que requerirá de cuidados y seguimiento por parte del doctor Rigutto y su equipo.
FUENTE: Diario La Arena de La Pampa
