Más de 1.700 trabajadores de salud han muerto en Estados Unidos de COVID-19 y muchos de esos fallecimientos se debieron a la falta de equipos de protección personal adecuados, según un informe del mayor sindicato de enfermeros del país.
Hasta el 16 de septiembre, «unos 1.718 trabajadores de salud, entre ellos enfermeros registrados, han muerto de COVID-19 y complicaciones relacionadas mientras trabajaban en instalaciones de atención sanitaria», detalló el informe, publicado la semana pasada y que añadió que se trata de «una estimación conservadora», pese a que la cifra es la mayor de las divulgadas hasta la fecha.
Muchas de esas muertes, resaltó el documento de National Nurses United, podrían haberse evitado «si se hubiesen empeñado esfuerzos mayores en planificar la gestión de la cadena de suministro y resolver a tiempo los problemas que en ella pudieran surgir».
La insuficiencia de acciones para ampliar las capacidades de almacenamiento y distribución rápida de equipos de protección personal se está cobrando la vida de enfermeros, otros trabajadores de salud y pacientes, enfatizó.
El informe subrayó también que hay al menos 258.768 casos de contagios de COVID-19 entre los trabajadores de salud, un 66 por ciento más que los 156.306 reportados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
El sindicato realizó la estimación utilizando informaciones de los medios, las redes sociales, datos sindicales, informes federales y estatales e informes internos de la organización, explicó.
FUENTE: conclusion.com.ar