El gobierno nacional espera iniciar la vacunación para la prevención del coronavirus “en la primera quincena de enero”, anunció el ministro de Salud, Ginés González García, luego de una reunión de funcionarios que encabezó ayer por la tarde el presidente Alberto Fernández en la Casa Rosada.
Fernández lideró la primera reunión del Comité de Vacunación que trabaja en el diseño de la logística de la distribución y aplicación de las vacunas contra el Covid-19 de las que dispondrá el gobierno nacional próximamente.
González García dijo a los medios que se estima que la vacunación empezará
“en la primera quincena de enero” y que “lo primero será eliminar la mortalidad en los grupos de riesgo y luego extender la vacunación a la población para que no se mantengan los contagios” y “se corte la cadena de transmisión”.
En ese marco indicó que “más de 12 millones de personas son grupos de riesgo y personal estratégico, personas de más de 60 años, docentes, de salud, fuerzas armadas y seguridad, que serán vacunados en primera instancia”, y quedarán fuera del programa “menores de 18 años” que no tengan comorbilidades “porque no hay recomendación científica” de que deban recibir una dosis, explicó Télam.
González García contó que el gobierno firmó contrato a través del mecanismo internacional Covax por nueve millones de dosis y con Oxford-AstraZeneca por 22 millones, además de los convenios con la rusa Sputnik V y con la de Pfizer, “que son las primeras que estarían” disponibles, y destacó que “hay vacunas que son una sola dosis y son una ventaja”.
El Comité de Vacunación diseñará la logística de la distribución y aplicación de las vacunas contra el Covid-19 de las que dispondrá el Gobierno nacional en los próximos meses, en la que 60.000 agentes de vacunación tendrán programas de capacitación masivos, y en el cual en las provincias se utilizarán las escuelas para dar las aplicaciones.
El titular de la cartera de salud calificó esta campaña es “inédita en la Argentina por su magnitud” e informó que en el país “se dan habitualmente 40 millones de dosis, y en este caso se llegarán 60 millones, en un período corto de tiempo”, con el objetivo de “vacunar al 100% de los argentinos” y “cuanto antes mejor”.
La mirada puesta en cómo se conservan las dosis
La temperatura de conservación que necesita cada una de las vacunas candidatas contra el coronavirus tiene un impacto directo en la organización de la logística de las campañas de vacunación, aseguró un especialista, que detalló que “mientras algunas necesitan estar a menos de 80 grados, otras se podrán guardar en heladeras comunes a 4 grados”.
“Todas se van a trasladar a temperaturas muy bajas, lo que cambia es a qué temperatura después se tienen que conservar en los sitios de vacunación”, describió a Télam Emilio Malchiodi, Profesor Inmunología en la UBA y Director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral.
El docente e investigador describió que “de las once candidatas que están en fase 3, las que requieren menos requisitos para la conservación son las de origen chino (Sinopharm Wuhan y Beijing y la de Sinovac) que trabajan con el virus inactivado y en los vacunatorios se puede conservar a 4 grados durante un tiempo”.
Y continuó: “Después están las vacunas que utilizan adenovirus, en las que el adenovirus protege el material genético de la proteína del coronavirus y se deben conservar a menos 20 grados pero seguramente resisten a 4 grados en las heladeras de los vacunatorios un tiempo”.
Estas vacunas son una de China (CanSino), la rusa Sputnik V (del Centro Gamaleya), la de Janssen y la de Astra-Zeneca.
“La ventaja de la Sputnik V es que Gamaleya anunció que puede ser liofilizada (seca), un proceso muy antiguo que se puede hacer sin inconvenientes por cualquier farmacéutica, y que consiste en deshidratar la solución de la vacuna; lo que hay que evaluar es si después cuando se reconstituye la vacuna funciona”, indicó.
El investigador señaló que en el trabajo científico publicado por Gamaleya con 76 voluntarios, algunos recibieron una dosis que había sido liofilizada, y en estos se detectó un poco menos de anticuerpos y de células CD4 y CD8, – que son parte de lo que se denomina inmunidad celular y que son capaces de matar a las células infectadas, con lo cual el virus no tiene dónde esconderse- pero las variaciones comparadas con la vacuna en solución “no fueron significativas”.
Finalmente, dentro de las once, están las vacunas de Pfizer y Moderna que utilizan la plataforma de ARN mensajero: “Como el ARN es fácilmente degradable por proteasas, que están en todos lados, a pesar de que está protegido por una membrana bilipídica necesitan conservarse a -80 grados”, detalló.
FUENTE: elterritorio.com.ar