A lo largo de la pandemia, el Centro Único de Donación, Ablación e Implantes de Órganos (Cudaio) desarrolló una guía de abordaje telefónico como sustituto o complemento a la habitual entrevista presencial con familias de potenciales donantes y para otras comunicaciones que desde marzo vienen siendo más infrecuentes en forma personal.
Además de otras dificultades que surgieron para la procuración de órganos y tejidos, como la saturación de las unidades de terapia intensiva o la limitación del tránsito entre provincias, el trabajo cotidiano en los efectores donantes debió adaptarse a las nuevas circunstancias de reducción considerable de la circulación y visitas de personas en esos ámbitos.
“A lo largo de estos meses tuvimos que complementar nuestros procedimientos habituales para el abordaje familiar en la procuración. La comunicación con familias de potenciales donantes es siempre muy delicada, en contextos dolorosos, de pérdidas humanas inesperadas. Por lo tanto, no se trata simplemente de cambiar una charla personal por una telefónica, sino que involucra una serie de abordajes que tuvimos que transformar, a partir de la experiencia, en una guía formal para nuestros coordinadores. El ejemplo más claro es el de la notificación de un fallecimiento por vía telefónica”, explicó el director del Cudaio, Silvio Pulcinelli.
Si bien la legislación vigente considera que es donante toda persona que no haya manifestado lo contrario, las entrevistas de los coordinadores de Cudaio con los familiares directos del potencial donante forman parte del procedimiento legal y cotidiano. En ellas se informa detalladamente sobre los procesos de donación y trasplante y se busca el acompañamiento de la familia a la decisión del donante, además de la indispensable contención ante la pérdida inesperada.
El protocolo de abordaje telefónico implementado por Cudaio forma parte de los cursos formativos regulares que realiza la Coordinación Operativa de la institución para todos sus profesionales.