Seguramente alguna vez escuchaste hablar de los probióticos, pero… ¿qué son? ¿de qué hablamos cuando hablamos de probióticos? Nada menos que de organismos vivos o bacterias “buenas” que están presentes en aquellos alimentos o suplementos que ayudan a mantener el buen estado de la flora intestinal.
Ahora entonces ustedes me podrán decir: “¡Son buenísimos!”, y efectivamente lo son. Lo que hacen, según explica Daniela Natale (MN 7424), Lic. en Nutrición y especializada en obesidad, es obstaculizar el crecimiento de bacterias potencialmente patológicas y favorecer las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal previniendo problemas gastrointestinales. Al mismo tiempo, mejoran la digestión, evitando irritabilidad, gases e inflamación.
“La flora intestinal es como un órgano más de nuestro cuerpo y regula nuestro sistema inmunitario. Los desequilibrios de la microbiota aumentan el riesgo de enfermedades inmunitarias como alergias y enfermedades intestinales inflamatorias”, explica Natale.
Y agrega: “Todos los alimentos y bebidas probióticas tienen algo en común: todos han pasado por un proceso de fermentación. Los alimentos que hoy más conocemos y que estamos más acostumbrados a consumir son los yogures, queso, kefir de agua o leche, miso, chucrut, kombucha”.
Los beneficios que tiene consumir estos alimentos son los siguientes:
– Refuerzan el sistema inmunitario.
– Desplazan a los microorganismos nocivos para la salud y evitan su proliferación.
– Ayudan a la digestión.
– Colaboran en la formación de nutrientes esenciales como las vitaminas, los enzimas y ácidos grasos.
– Estimulan la formación de ácido láctico disminuyendo el ph del tubo digestivo.
– Favorecen la absorción del calcio, hierro y magnesio.
– Reducen la diarrea por antibióticos, que alteran el equilibrio de la flora intestinal.
– Aminoran la diarrea del viajero, provocada por comer alimentos contaminados.
– Permite reducir la dermatitis atópica en lactantes alérgicos.
Los probióticos aportan una amplia gama de beneficios al organismo, entre los cuales se destacan: el fortalecimiento del sistema inmune, el equilibrio de la flora intestinal, estímulo a la producción de vitaminas y apoyo a la digestión, así como su aporte en cuadros diarreicos, de intolerancia a la lactosa y alergias, entre otros.
FUENTE: Radio EME