Por Guido Brunet
Mientras los cinco mil efectivos de las fuerzas armadas argentinas se repartían soldados entre Puerto Argentino y la Isla Soledad durante la Guerra de Malvinas, en el continente un grupo de 170 mujeres los aguardaba para cuidarlos y curarlos.
La rosarina Dorita Ríos trabajó en el hospital Naval Puerto Belgrano, ubicado en Punta Alta (provincia de Buenos Aires), donde gran cantidad de enfermeras, entre civiles y militares, atendían día y noche a los soldados argentinos heridos en combate. En aquel momento Dorita tenía 28 años, estaba recién casada y se encontraba esperando su primer hijo.
Había comenzado a trabajar en el hospital en el año 1976. En ese momento la mujer nunca se imaginó que iba a tener que dedicarse a atender heridos de una guerra. Sin embargo, al confirmarse el conflicto armado en 1982, el lugar se acondicionó para recibir a los combatientes.
«Allí se recibían los los soldados y se derivaban. Ingresaban heridos con quemaduras, traumatismos y otras lesiones«, detalla la mujer en diálogo con Conclusión.
«No podíamos caer de cómo era una guerra hasta que la tuvimos. Se preparó todo para recibir heridos de la guerra. Estuvimos mucho tiempo preparando cosas. La gente que estaba internada se dio de alta», recuerda Dorita respecto a los momentos previos al arribo de los soldados.
«Hay muchos heridos a los que atendimos que todavía están vivos«, dice con orgullo la profesional de la salud. Al tiempo que rememora el primer paciente que debieron atender: Ernesto Urbina, un militar que recibió un misil en la pierna, se vendó y siguió luchando. «Estuvimos mucho tiempo cuidándolo y tratándolo y aún está vivo».
OLVIDADAS
Desde la finalización del conflicto, la participación de las enfermeras no fue reconocida por el Gobierno nacional. Algunas fallecieron, pero las que quedaron siguen en la lucha por obtener un reconocimiento del Estado.
«No podemos izar una bandera porque no somos reconocidas. La gente, el pueblo nos acepta, pero necesitamos que el Gobierno acepte que estuvimos en una guerra, aunque no portamos un arma participamos sanando heridas», exigió la veterana. «Nunca tuvimos un reconocimiento del Estado, estamos esperando todavía», continuó.
Actualmente existe un proyecto de ley de de la senadora riojana Hilda Aguirre de Soria, que además del reconocimiento a su labor, incluye el derecho a una pensión vitalicia.
Por último, Dorita aludió a su lucha por mantener viva la memoria de un conflicto armado que se llevó miles de vidas de compatriotas, así como de la participación de gran cantidad de mujeres y en especial enfermeras, que sirvieron al país.
«Que el pueblo vea que estamos acá, que seguimos vivos y que queremos dejar una historia. No queremos que la historia se acabe acá cuando nosotros ya no estemos, queremos que los abuelos y los maestros puedan contar qué pasó», cerró la mujer.
LA CANCIÓN DE LAS MUJERES DE MALVINAS
En 2020, las rosarinas Evelina Sanzo y Flor Croci compusieron la canción «Ellas» para homenajear el rol de las mujeres que participaron en Malvinas. La idea surgió a partir del libro «Las Mujeres Invisibles» de la cordobesa Alicia Panero.
FUENTE. conclusion.com.ar