Pfizer informó que superará con creces la facturación que esperaba

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El laboratorio estadounidense Pfizer informó este miércoles que superará con creces la facturación que esperaba obtener este año por la venta en todo el mundo de vacunas contra el coronavirus desarrolladas junto a la empresa alemana BioNTech.

El director ejecutivo del laboratorio, Albert Bourla, estimó que la empresa espera facturar 33.500 millones de dólares por la venta de 2.100 millones de dosis. Se trata de una cifra sensiblemente mayor a los 26.000 millones que evaluaba percibir en mayo último por la venta de 1.600 millones de dosis.

El año comenzó más que bien para Pfizer: según sus propios números, entre abril y junio vendió vacunas contra el sars-cov-2 por 7.800 millones de dólares. Y eso impulsó la modificación a la suba de sus proyecciones de ganancias.

En el segundo trimestre, el laboratorio reportó ganancias por 5.600 millones de dólares, un aumento de 59% en comparación con el mismo período del año anterior. Y obtuvo un incremento de 92% en sus ingresos, a 19.000 millones, de acuerdo a datos de la agencia de noticias AFP.

La farmacéutica estadounidense, que se asoció con el laboratorio alemán BioNTech para la producción de la vacuna, agregó que mantiene la previsión anterior de beneficios antes de impuestos sobre las ventas: un 20%.

Esos altos márgenes le permitieron a Pfizer pagar unos 4.400 millones de dólares en dividendos a sus accionistas durante los primeros seis meses de este año. Esto es, un 3% más que en igual período de 2020.

Una de las expectativas recientes de la firma es obtener ganancias en el rango de 3,95 a 4,05 dólares por acción este año, superiores a los 3,55 que estimaba hace tres meses.

El negocio de la salud: si son tres dosis, entra más plata

Esos márgenes de ganancias fueron cuestionados por organizaciones no gubernamentales. Entre ellas, Public Citizen, que acusó a Pfizer de “lucrar” con la pandemia y pidió a los líderes mundiales que lancen una campaña multimillonaria para abastecer de vacunas a la población global.

Las ventas podrían crecer aun más, ya que la sociedad Pfizer/BioNTech impulsa una tercera dosis de su vacuna para hacerla más efectiva. La movida tiene probabilidades de prosperar en el contexto de un avance de la variante delta del coronavirus, la más contagiosa de las existentes y que ya originó graves trastornos en Asia y África, además de un fuerte aumento de casos en Europa y Estados Unidos.

“Nuevos estudios muestran que una tercera dosis tiene efectos neutralizadores contra esa variante proveniente de la India, cinco veces más entre los jóvenes y más de 11 en las personas mayores luego de dos dosis”, argumenta Pfizer.

Más ganancias y mayor precio que los competidores

Pfizer es la desarrolladora de vacunas que más ganó: en comparación, el grupo farmacéutico estadounidense Johnson & Johnson, que diseñó una vacuna monodosis, reportó este año 2.500 millones de dólares de ingresos por su producto. Tanto esa firma como la anglosueca AstraZeneca se comprometieron a vender sus vacunas al precio de costo mientras dure la pandemia.

El laboratorio estadounidense Moderna, por su parte, esperaba ventas de su vacuna por 19.200 millones de dólares a lo largo de 2021.

Negocios privados, fondos públicos 

Parte de la inversión del conglomerado Pfizer/BioNTech para el desarrollo de su vacuna es pública: el 13% de los fondos para producir la vacuna fueron subsidios del Estado alemán para investigación y desarrollo. Es la mitad de todo el dinero que destinó la potencia europea para apuntalar a los laboratorios. Así, del total de 3 mil millones de dólares que Pfizer dijo haber invertido para el fármaco contra el covid-19, unos 400 millones de dólares no salieron de su bolsillo ni el de sus accionistas.

Además, Pfizer tuvo otras inyecciones de dineros públicos por los contratos millonarios por anticipado, empezando por los Estados Unidos. Antes de cualquier certeza sobre la eficacia de su vacuna anti-covid, la Casa Blanca había firmado compras por adelantado por dos mil millones de dólares con el fin de asegurarse las primeras 100 millones de dosis.

A ese contrato le siguieron sucesivas aprobaciones del desarrollo en, por ejemplo, Reino Unido o la Unión Europea, también vinculadas a programas de compras masivas.

La inversión de Pfizer estaba asegurada en su totalidad incluso antes de conocer la eficacia de la vacuna. Y, como si fuera poco, la Unión Europea le financió a su socia BioNTech deuda privada por unos 100 millones de euros.

Detrás de la jeringa, los fondos de inversión: Blackrock, Vanguard y State Street
Los fondos de inversión Blackrock y Vanguard modificaron sus posiciones en las farmacéuticas que ya tienen en el mercado una vacuna contra el Covid-19: Astrazeneca, Pfizer y Moderna. Se trata de grandes paquetes accionarios que en algunos casos rozan los 5 millones de títulos.

Blackrock, el segundo máximo accionista de Pfizer, registró al cierre de abril último un incremento de posición de 4.890.090 acciones según los registros de Bloomberg. Y así, elevó su presencia en la compañía hasta los 402 millones de títulos, que con un precio de mercado de 15.610 millones de dólares le permite controlar el 7,18% del circulante.

Vanguard es el primer accionista de la farmacéutica estadounidense. Al final de marzo, elevó su apuesta en 2.955.372 títulos, con lo que llegó al 8,06% del capital social. Esto se traduce en un estimado en el mercado de 17.730 millones de dólares, representativos de más de 450 millones de acciones.

El tercer máximo accionista de Pfizer es el fondo State Street, con sede en California y especializado en compañías del sector salud. Controla un 4,92% de la sociedad, pero en su caso decidió recortar su posición en 4.694.281 títulos. Quedó de esta manera con poco más de 275 millones de acciones a un precio en Wall Street de 10.810 millones de dólares.

FUENTE: elciudadanoweb.com

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