Los niveles de anticuerpos IgG frente a la proteína Spike del Sars-CoV-2 se mantienen estables, o incluso aumentan, siete meses después de la infección. Este hallazgo se desprende de un estudio de seguimiento en una cohorte de personal sanitario coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona.
Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, también apoyan la idea de que los anticuerpos preexistentes contra los coronavirus del resfriado común pueden proteger contra la COVID-19, han informado en un comunicado conjunto ISGlobal −centro impulsado por la Fundación La Caixa− y el Hospital Clínic.