El ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires realizó una inversión superior a los 125 millones de pesos para fortalecer a más de 20 servicios de oftalmología de hospitales públicos. De este modo, se busca crear redes de atención de la salud visual con aparatología de última generación, que permita detectar a tiempo y prevenir la ceguera que generan patologías muy frecuentes como la retinopatía diabética.
“Desde el inicio de la gestión se realizó un diagnóstico de la situación actual de los distintos servicios públicos de oftalmología de la Provincia de Buenos Aires, observando que la mayor parte presentaban serios déficit en una especialidad como la oftalmología que, para su buen funcionamiento, depende en un 80 por ciento del uso de equipamiento”, explicaron especialistas de la dirección de Información y Control de Gestión de Atención en Salud.
Entre los equipos que se adquirieron figuran los llamados OCT (tomógrafos de coherencia óptica) con angioimágenes, que hasta ahora no existían en hospitales públicos bonaerenses y que resultan fundamentales para la evaluación de la retina. A partir de este mes esta aparatología se instalará en los hospitales provinciales Penna de Bahía Blanca, Piñeyro de Junín, Gandulfo de Lomas de Zamora, San Martín de La Plata, Alende de Mar del Plata y en el hospital del Bicentenario de Esteban Echeverría.
Además, Salud también distribuirá estratégicamente para facilitar el acceso de la población en el vasto territorio bonaerense, microscopios de cirugía, láseres fotocoaguladores, lámparas de hendiduras con tonómetro, autorrefractómetros, Yag Láser, ecógrafos, campimetros, facoemulsificadores, paquímetros portátiles y oftalmoscopios binoculares, entre otros.
“Hacía por lo menos 30 años que la Provincia no realizaba una compra de esta magnitud para el diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud visual”, explicaron desde la coordinación de la red de oftalmología, y agregaron que la falta de equipos provocaba un estancamiento de los servicios que, muchas veces, no podían dar respuesta a la demanda de usuarios y usuarias.
Los hospitales públicos provinciales que recibirán equipamiento oftalmológico entre julio y agosto, como parte de una primera etapa de fortalecimiento, son el Rossi de La Plata, Blas Dubarry de Mercedes, Alende de Mar del Plata, Julio de Vedia de Nueve de Julio, Evita de Lanús, Evita Pueblo de Berazategui, Isidoro Iriarte de Quilmes, Bocalandro de Tres de Febrero, Elina de la Serna de La Plata, Erill de Escobar, Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, Piñeyro de Junín, Gandulfo de Lomas de Zamora, Eva Perón de San Martín, Presidente Perón de Avellaneda, Arturo Melo de Lanús, San Martín de La Plata, hospital del Bicentenario de Esteban Echeverría, Pedro Fiorito de Avellaneda, Narciso López de Lanús, El Dique de Ensenada y José Penna de Bahía Blanca.
Cegueras prevenibles
Ocho de cada 10 casos de ceguera son reversibles con tratamiento. Alrededor de un 30 por ciento de los diabéticos presenta algún grado de retinopatía en la primera consulta oftalmológica y esa pérdida de visión ya es irreversible, por eso los y las especialistas del ministerio de Salud bonaerense insisten en que quienes tienen diabetes consulten periódicamente al oftalmólogo.
Otra de las patologías visuales prevalentes que de no tratarse pueden provocar ceguera son las cataratas, una afección que se caracteriza por la pérdida de transparencia del cristalino ¿Cómo se soluciona? Con una cirugía que consiste en extraer ese cristalino enfermo y reemplazarlo por una lente intraocular hecha a la medida de cada persona.
El glaucoma, en tanto, es otra de las enfermedades que puede llevar a la ceguera. Sin embargo, si se consulta periódicamente al oftalmólogo es posible detectarla a tiempo y tratarla. Esta enfermedad provoca la pérdida del campo visual pero durante mucho tiempo puede no dar síntomas y, sin tratamiento, progresa hacia la ceguera. En estos casos, la persona ve como por el ojo de una cerradura pero no se da cuenta. Como es tan paulatina y progresiva, la pérdida de la visión no se percibe y si la persona no consulta ni se trata corre el riesgo de perder la visión.
Por lo tanto, los y las especialistas insisten en que quienes ya usan anteojos o pasaron los 40 años de edad realicen una consulta de control anual con un ofltamólogo u oftalmóloga que, con una simple medición de la presión ocular, puede diagnosticar a tiempo esa enfermedad.
Desde el ministerio de Salud bonaerense también hacen hincapié en realizar controles visuales a los bebés, y recordaron que, por ley, en las maternidades se les debe hacer un estudio llamado “fondo de ojos” a los recién nacidos a fin de detectar enfermedades congénitas, como la retinopatía del prematuro. Luego habrá que hacer una consulta al mes de vida, a los seis meses, al año, a los tres años y otra al ingreso escolar.
FUENTE: gba.gob.ar