El 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Audición y en el Informe de la Organización Mundial de la Salud se propone un mundo en el que ninguna persona sufra una pérdida de la audición por causas evitables y en el que las personas con pérdida de la audición puedan desarrollar todo su potencial mediante la rehabilitación, la educación y el empoderamiento.
El oído es el sentido con el que percibimos los sonidos que nos rodean. A través de la audición nos relacionamos con nuestro entorno, nos comunicamos con los demás, expresamos nuestros pensamientos y nos educamos. En todo el mundo más de 1.500 millones de personas tendrán algún tipo de disminución de la capacidad auditiva a lo largo de su vida, de las cuales al menos 430 millones necesitarán atención.
Si no se detecta y atiende la pérdida de la audición, puede tener consecuencias significativas que afectan la adquisición del lenguaje, el bienestar psicosocial, la calidad de vida, los logros educativos y la independencia económica en las diversas etapas de la vida. Es por esto que en el caso de bebés y niños pequeños la preocupación es adicional.
Muchas causas de la pérdida de la audición se pueden prevenir: las infecciones y enfermedades comunes del oído, la exposición al ruido y ciertas enfermedades producidas por no haber recibido la vacunación incluida en el calendario, ponen en riesgo la audición de muchas personas de diferentes edades.
Alentamos a tomar conciencia acerca de la importancia del cuidado de la salud auditiva y de los recursos reales que el sistema de Salud brinda a nuestra población mediante estudios específicos, asesoramiento, procedimientos para la detección temprana en la infancia, seguimiento de pacientes con sospecha de pérdida de la audición y de pacientes diagnosticados con Hipoacusia.
La importancia de la rehabilitación en pacientes que recibieron un implante
Es menester hacer hincapié en el cumplimiento de todas las etapas o fases por parte del paciente y en el caso de niños pequeños, de sus padres, hasta arribar a un diagnóstico y posteriormente continuar con el camino de la intervención con equipamiento auditivo y posterior rehabilitación.
Este año nos enfocamos en remarcar la importancia del compromiso y protagonismo familiar en la Rehabilitación Auditivo-lingüística, puesto que en la actualidad se habla de una práctica que involucra tanto a los profesionales como a los padres, que son los principales educadores de su hijo hipoacúsico, con quienes establece y desarrolla el primer vínculo afectivo. Es en el hogar donde se adquieren los mayores y mejores aprendizajes, contando con una exposición constante de estímulos auditivo/verbales.
Esto nos indica que para lograr los Objetivos de la Terapia Auditivo Verbal, se necesita una participación activa de los padres con un trabajo permanente, porque en algunos casos este Programa puede durar varios años.
El terapeuta, el audiólogo, el médico y los padres conforman un Equipo de trabajo complementario, compartiendo información relevante, empleando todos los recursos posibles, para proporcionar una Vida y autonomía que se merece el niño hipoacúsico y que tendrá un alto impacto en su desarrollo emocional y social.
Si partimos de la definición de “Compromiso” como “planificar el camino que se debe cumplir para alcanzar el objetivo de manera constante”, sabremos que este camino es extenso y a veces sinuoso. Nada que no se pueda lograr con un aplicado y mancomunado esfuerzo.
FUENTE: sisanjuan.gob.ar
