Esta semana, la Anmat registró oficialmente la primera vacuna argentina contra el covid-19. Tras casi tres años de desarrollo, la “Arvac Cecilia Grierson” fue presentada por los ministros de ciencia y salud, que destacaron su alta efectividad para despertar una respuesta inmune efectiva contra el SARS-CoV-2, que ronda el 91%. Y es, además, una vacuna segura y fácil de actualizar y almacenar.
Con este desarrollo, logrado por un nutrido grupo de investigadores del Conicet, de la Universidad de San Martín y del laboratorio privado Cassará, Argentina se sumó al prestigioso y selecto puñado de países del mundo que lograron desarrollar, probar y registrar una vacuna altamente efectiva contra el coronavirus. Con esta aprobación, el laboratorio puede producir localmente una vacuna que es eficiente, segura (no genera efectos secundarios graves) y con costos competitivos con las que actualmente hay en el mercado global. De hecho, desde Cassará le explicaron a este diario que ya apuestan a lograr exportar lotes de Arvac a otras naciones de América Latina.
Costos
El proyecto fue realmente multitudinario ya que, en una u otra fase, el consorcio público-privado terminó recibiendo aportes de cerca de 600 científicos y de 25 instituciones. “La inversión fue de tres años de trabajo, un aporte estatal de $ 1.700 millones”, le contestó Filmus a este medio cuando se le preguntó por los montos. Y a esto fuentes del laboratorio le sumaron su propio aporte: unos US$ 7 millones. Todos esperan poder, en el mediano plazo, amortizar estos costos ya que esta vacuna puede ser comprada en pesos, para reforzar la inmunización de la población local.
Según explicó en conferencia de prensa Juliana Cassataro, lideresa del proyecto e investigadora de la Unsam y el Conicet, “llegar a este punto donde la Anmat analizó los datos de las pruebas y decidió ‘registrarla’ llevó muchísimo trabajo en equipo. Y luego tuvimos que completar las fases de ensayos. En total, la probamos en 2.094 personas mayores de 18 años, en una decena de instituciones de salud”.
Filmus concluyó afirmando que “es un día histórico para la ciencia argentina porque, en solo tres años, logramos hacer íntegramente una vacuna de alta calidad. Somos los primeros en América del Sur en lograrlo y esto nos deja el know-how para poder desarrollar, en el futuro, nuevas inmunizaciones contra otras posibles patologías”.
FUENTE: PERFIL