A nivel mundial, los adultos mayores constituyen el 12% de la población, cifra que se prevé aumentará al 22% para el 2050. A pesar de los avances científicos que han permitido una mayor longevidad, la medicina enfrenta el reto de asegurar una vida de calidad para este grupo, frecuentemente afectado por la soledad y enfermedades crónicas como las cardiovasculares o mentales.
El 1 de octubre se celebró el Día Internacional de las Personas Mayores, en ese marco expertos enfatizaron sobre la necesidad de capacitar a los profesionales de atención primaria en la detección temprana y tratamiento de estas enfermedades. Además, se busca combatir la estigmatización y promover la socialización de los adultos mayores, acciones esenciales para mejorar el pronóstico de los tratamientos y su bienestar.
La etapa de la vejez se asocia a múltiples pérdidas. Se pierde el trabajo, se pierden los amigos que van falleciendo, se pierde al compañero de vida al quedar viudo o viuda, y se van perdiendo funciones corporales y habilidades que eran muy valoradas socialmente y que nos caracterizaban como personas activas, productivas y “útiles” para la sociedad porque se podía “generar riqueza”. Pero no sólo esto, la vejez viene de la mano de patologías, muchas de ellas neurológicas vinculadas a la edad, como las demencias, la enfermedad de Parkinson o el Alzheimer, otras psiquiátricas donde los fenómenos afectivos priman, ambas con gran peso en este segmento poblacional.
Afecciones como el Alzheimer y el Parkinson son comunes en esta población, y su detección temprana y tratamiento adecuado son esenciales para mejorar la calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)
“Muchas veces las enfermedades en salud mental se identifican cuando ya están avanzadas, esto es así porque en muchos casos no llegan al especialista, sino que son atendidos por médicos de atención primaria que, lamentablemente y por distintos motivos, muchas veces suelen pasar por alto estas cuestiones. Por eso es importante capacitar a la comunidad médica, sobre todo a los profesionales de atención primaria, para que comiencen a reconocer y a atender las enfermedades neuropsiquiátricas en los adultos mayores”, advirtió el doctor Tomás Maresca, médico especialista en Psiquiatría y presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatría Biológica (AAPB).