Washington, D.C., 2 de julio de 2020 (OPS) — La Organización Panamericana de la Salud (OPS) continúa y acelera su trabajo en áreas clave para apoyar a los países de las Américas en el manejo de los graves efectos sociales y en la salud de la pandemia por COVID-19, según un nuevo informe que detalla la amplia respuesta de la OPS en movilización y apoyo técnico a la emergencia desde que se reportaron los primeros casos en enero pasado.
La COVID-19 se ha extendido a los 54 países y territorios de la región, con unos 5 millones de casos y más de 244.000 muertes reportadas hasta ahora. “El epicentro de la pandemia se ha desplazado a las Américas”, dice el nuevo informe de la OPS. Los Estados Unidos y Brasil representan el 75% de todos los casos y el 74% de todas las muertes reportadas actualmente en el continente, de acuerdo con los últimos datos.
El informe de 82 páginas analiza la situación epidemiológica tanto por regiones, incluyendo América del Norte, Centroamérica, América del Sur y el Caribe, como a nivel nacional, dando detalles sobre la respuesta de la OPS en cada país.
Los equipos del sistema de gestión de incidentes regionales y nacionales de la OPS han proporcionado respuesta a la emergencia directamente a los ministerios de salud y otras autoridades nacionales en áreas vitales de salud pública desde la primera alerta. Equipos específicos proporcionan apoyo que se centra en la coordinación en los países, la comunicación de riesgos y la participación comunitaria, la vigilancia y la respuesta rápida, los puntos de entrada, la capacidad de laboratorios nacionales, la prevención y el control de infecciones, la gestión clínica, la logística, el mantenimiento de los servicios de salud esenciales, y la investigación y el desarrollo.
Ayudas para adquirir equipos
En operaciones de emergencia, donde la OPS tiene más de 40 años de experiencia, la Organización rápidamente desplegó expertos y suministros a los países para responder a COVID-19. La Organización ha ayudado a adquirir equipos de protección personal (EPP) que han sido distribuidos en 54 envíos a 26 países. Estos suministros vitales para los trabajadores de la salud incluían 1,3 millones de guantes, 1 millón de mascarillas quirúrgicas y N95, 403.000 batas y 42.000 gafas. La bodega de la OPS en Panamá sirve como centro logístico, recibiendo y enviando los EPP y otros suministros que salvan vidas. Su red de adquisición no sólo adquiere suministros, sino también coordina con la OMS y otros organismos de las Naciones Unidas para encontrar soluciones a los desafíos críticos actuales de las adquisiciones públicas.
En las primeras etapas de la pandemia, la OPS desplegó 25 misiones de expertos técnicos en 20 países para asegurarse de que estuvieran preparados para realizar pruebas moleculares de laboratorio para detectar COVID-19 e implementar el seguimiento de contactos, según el informe.
Después de que se cerraran la mayoría de las fronteras, “la OPS ofreció 49 cursos virtuales y seminarios web regionales y nacionales a más de 1.000 profesionales de la salud en las Américas sobre la estimación de las necesidades relativas a EPP, camas de hospitales y de unidades de cuidados intensivos, la búsqueda de establecimientos alternativos para la atención médica, en vista de la sobrecarga de los sistemas de salud, medios de diagnóstico moleculares para la COVID-19, vigilancia, y otras áreas esenciales”, según el reporte.
La necesidad de más financiamiento
La movilización de recursos es una necesidad clave de la respuesta de los países a la pandemia por COVID-19. La OPS hizo un llamamiento de 95 millones de dólares para apoyar y ampliar los preparativos de salud pública y la respuesta en América Latina y el Caribe, y estima que se necesitan 200 millones de dólares para los 11 meses desde febrero hasta finales de 2020. Hasta el 30 de junio ha recibido 66,6 millones de dólares en contribuciones y compromisos de donantes.
El informe dice que, en el futuro, “la lucha contra la propagación de este virus será difícil, ya que los países enfrentan perspectivas económicas inciertas debido a problemas mundiales y nacionales derivados de los efectos de varios meses de confinamiento”. Los sistemas de salud subfinanciados no están debidamente equipados para responder a la malaria, el sarampión, la fiebre amarilla y otras enfermedades que preceden la llegada de la COVID-19 a las Américas.
Ir más allá del sector de la salud
Los equipos de la OPS en los países están trabajando con sus contrapartes gubernamentales para desarrollar y adaptar planes de acción nacionales que van más allá del sector de la salud debido a la gravedad de la pandemia, explica el nuevo informe. “Los 35 Estados Miembros activaron mecanismos intersectoriales para responder a la pandemia por COVID-19, con la participación de líderes políticos del más alto nivel, y de sectores clave, a fin de proporcionar una respuesta integral. La OPS sirvió de enlace con otros organismos de las Naciones Unidas en los países para encabezar la respuesta del sector de la salud y lograr que el sistema de las Naciones Unidas adoptara un enfoque integral para hacer frente a la pandemia y sus impactos”.
En cuanto a la vigilancia, la Organización elabora y difunde informes de situación, publica datos sobre la gripe y otros virus respiratorios, automatiza planes de gestión de datos y capacita a los países en Go Data, un sistema de vigilancia simplificado. Otras herramientas como CovidSIM y EpiEstim se implementaron para ayudar a los países a estimar las cifras de adquisición de equipos y suministros para satisfacer sus necesidades.
La prevención y el control de las infecciones, una herramienta importante para limitar la propagación de COVID-19, ha sido un enfoque de capacitación y apoyo para los países, con documentos, protocolos y diagramas de flujo que se actualizan y distribuyen frecuentemente.
La Organización ha difundido numerosos documentos técnicos basados en evidencia para ayudar a los países a orientar las estrategias para gestionar la pandemia, y sigue proporcionando a los Estados la información científica más reciente.
La OPS también está ayudando a los países a fortalecer los servicios de salud, difundiendo información a través de documentos y seminarios web sobre equipos médicos de emergencia, elección de sitios de atención médica alternativos para cuidar a más pacientes, maneras de ampliar la capacidad de atención crítica, estimando las necesidades de equipos de protección personal y otras medidas.
Ensayos de terapias y vacunas
En investigación y desarrollo, la OPS está trabajando con los países en proveer información sobre ensayos de terapias y vacunas, suministrando orientación para revisiones éticas y supervisión, y sistematizando revisiones rápidas de temas clave como estaciones de triaje para la expansión de capacidades clínicas, uso de plasma convaleciente, terapia con corticoesteroides y otros.
La respuesta de la Organización también ha sido importante en la comunicación, utilizando una variedad de plataformas para distribuir mensajes clave y trabajando para desarrollar manuales para periodistas, impartiendo capacitación en comunicación de riesgos y distribuyendo guías para los líderes sobre cómo comunicar en forma efectiva sobre COVID-19. La OPS ha designado a altos funcionarios como portavoces de la pandemia, y su Directora, Carissa F. Etienne, ha estado celebrando sesiones de prensa semanales sobre el brote y la respuesta.
En educación, el Campus Virtual de Salud Pública de la OPS ha puesto a disposición del público varios cursos en español, portugués o ambos. Estos cubren temas clave como los virus respiratorios emergentes, incluyendo COVID-19: métodos de detección, prevención, respuesta y control; prevención y control de infecciones (CIP) causada por COVID-19; salud en el trabajo; y manejo clínico de infecciones respiratorias agudas graves, entre otros.
FUENTE: Organización Panamericana de la Salud