Mientras más de 130 laboratorios en el mundo se encuentran buscando una vacuna, científicos argentinos y estadounidenses llevarán a cabo una investigación para analizar los efectos de un componente del Omega-3.
La administración de un derivado del Omega-3, el ácido eicosapentaenoico (EPA), en altas concentraciones y en pacientes de alto riesgo de desarrollar eventos vasculares, demostró reducir la mortalidad.
El estudio llamado PREPARE-IT fue organizado de forma conjunta entre expertos de la ECLA (Estudios Clínicos Latinoamérica), del Instituto Cardiovascular de Rosario y la Universidad de Harvard.
En los próximos días, 1500 trabajadores sanos de los sectores sanitarios de nuestro país serán divididos en grupos de tratamiento y placebo durante ocho semanas. Al primer conjunto, se le administrará una dosis diaria de ocho gramos de la droga basada en EPA durante las primeras tres jornadas y cuatro gramos diarios durante los días 4-60, o un esquema idéntico al grupo placebo.
En caso de que el Omega-3 resulte ser un antiinflamatorio y antitrombótico, como ya se determinó en REDUCE-IT, esto significa que podría tener un rol importante para combatir el coronavirus.
“Este tipo de ácidos grasos poliinsaturados presentes en el Omega-3 puede tener efecto antiviral y antimicrobiano, y podría interferir con la cantidad de personas que se infectan”, indicó el cardiólogo argentino Rafael Díaz, uno de los directores de la investigación.
Qué se espera obtener de la prueba con Omega-3
El ensayo se espera que reduzca como mínimo un 30% el riesgo de contagios por Covid-19. “Es una buena hipótesis. Debemos demostrar su eficacia y efectividad en estos estudios clínicos bien diseñados”, concluyó el médico.
FUENTE: Radio Mitre