El Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) del Ministerio de Salud, luego de la gestión de la Defensoría Pública Oficial ante los Tribunales Federales de Primera y Segunda Instancia Nº1 de la Plata, le otorgó el permiso para cultivar cannabis a la familiar de una menor con TEA.
La causa se inició en el 2019, un año después de que su familia inició junto a la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires una acción de amparo contra el Estado nacional para que les proveyera gratuitamente aceites, cremas y material vaporizable para su tratamiento o bien que los autorizara al autocultivo con el mismo fin.
Luego de varios oficios enviados por la defensoría al Juzgado Federal y a los organismos encargados de otorgar el material, como el CONICET y la Universidad Nacional de La Plata y el Instituto Nacional de Semillas, logró la provisión del aceite que necesitaba la niña.
Luego de tres años de lucha, con un recurso de amparo, el Estado le otorgó a la madre de la niña el permiso que, entre otras cosas, requiere una autorización anual.
Pero tiempo después el Ministerio de Salud de la Nación interpuso un recurso extraordinario que al día de hoy espera tratamiento en la Corte Suprema de Justicia, motivo por el cual la defensa insistió en que se le otorgara a la madre de la menor el permiso para poder cultivar la planta.
Pablo Ordóñez, defensor público interviniente en la causa, sostuvo que la defensa pública tiene que tener un rol activo y “buscar soluciones más allá del caso judicializado, ayudar en la inscripción o comprometer al juez que dio una cautelar que quedó trabada por un un recurso a que oficie conjuntamente para que la persona pueda obtener la autorización de cultivo”.
Agregó que es importante este tipo de acciones “para que más gente pueda acceder a su derecho a la salud y para que menos gente sea invitada a vivir de situaciones ilegales de cultivo o de obtención de Cannabis medicinal”.
