Qué dice el protocolo para elegir pacientes cuando no quedan camas

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POR RODRIGO MIRÓ

El director del Tercer Nivel del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe pronunció este lunes las palabras que nadie quería escuchar: “Estamos en colapso sanitario”. El funcionario graficó la situación que enfrentan Rosario, Rafaela y Santa Fe, entre otras localidades, por la falta de camas de terapia intensiva en medio de la segunda ola de Covid.

En este contexto, Rosarioplus.com pudo acceder a las Guías Bioéticas que sirven de parámetro en los hospitales, para saber qué hacer en caso de que haya más pacientes que respiradores o que no haya lugar para la internación de un infectado que la necesita.

El documento fue redactado en 2020, con el aporte de expertos en bioética e investigación, abogados, médicos intensivistas, cirujanos, anestesistas y paliativistas. Según relatan los funcionarios del área Salud, no hizo falta su utilización en la primera ola, ya que las fuertes restricciones a la circulación durante varios meses y ampliación del sistema sanitario, permitieron aguantar el stress al que fue sometida la infraestructura hospitalaria.

Pero ahora, la situación es otra: hay muchas más actividades funcionando y se realiza la atención de enfermedades que se había postergado varios meses, pero también hay cepas del virus más agresivas con la población de edad entre 40 y 60 años que aún no se vacunó. Y esto último implica que los contagiados que requieren internación, ocupan por ser más jóvenes mucho más tiempo una cama UTI que los adultos mayores que eran el centro de la pandemia el año pasado. 

“Las decisiones vinculadas a la efectiva implementación de los principios de justicia y solidaridad en contextos de escasez y de saturación de los servicios de cuidados intensivos es uno de los dilemas que presenta mayor dificultad de resolución”, comienza la Guía con la que trabajan las autoridades de cada efector de salud en la provincia. El documento tiene 44 páginas y establece todo un protocolo de actuación, desde la atención al paciente dentro de un hospital, hasta criterios para analizar el riesgo ante un posible traslado.

Cabe recordar que se vienen repitiendo los casos de infectados Covid que requieren lugar en la UTI o respirador y no lo encuentran en el efector de su localidad, que son llevados a otras. Hace unos días, se supo del fallecimiento de dos pacientes en ambulancias, que viajaban a Rosario en busca de una internación en cama crítica, desde Gálvez y Coronda.

Entre tanto en el Hospital Provincial de Rosario, este fin de semana, se dio la situación de tener a tres pacientes con necesidad de cama crítica, pero había sólo una disponible. “Tuvimos que elegir a cuál de ellos subir a terapia”, se lamentó su directora, la doctora Teresita Ghío, que reveló también: “En la reunión que mantuvimos con las autoridades del Ministerio, solicitamos que se apliquen más restricciones a la circulación urgente. Acá estamos viendo el impacto del clásico rosarino, con las movilizaciones que hubo de un lado y otro, más un nivel de actividades que afuera es casi normal, como si no supieran qué pasa acá adentro”.

La decisión más difícil

Aunque sin dudas, uno de los capítulos más duros del documento que elaboró el gobierno provincial es el denominado “Retiro del soporte vital y cuidados paliativos exclusivos”. Allí, se mencionan cuáles son las circunstancias ante las cuales el equipo médico puede decidir la sedación del paciente, para luego quitar el respirador. 

La Guía fija cinco puntos: “1.-Cuando no existan evidencias de haber obtenido la efectividad buscada (ausencia de respuesta en la sustitución del órgano o la función), o existan eventos que permitieran presumir que tampoco se obtendrán en el futuro. 2.- Cuando sólo se trate de mantener y prolongar un cuadro de inconsciencia permanente e irreversible (p.ej. estado vegetativo persistente y permanente). 3.- Cuando el sufrimiento sea inevitable y desproporcionado al beneficio médico esperado. 4.- Cuando se conozca fehacientemente el pensamiento del paciente sobre la eventualidad de una circunstancia como la actual, en el caso de una enfermedad crónica preexistente (informe personal, del médico de cabecera si existiere o del familiar). 5.- Cuando la presencia de irreversibilidad manifiesta del cuadro clínico, por la sucesiva claudicación de órganos vitales, induzca a estimar que la utilización de más y mayores procedimientos no atenderán a los mejores intereses del paciente”.

La clasificación de los pacientes al ingresar

En otro capítulo de la Guía Bioética, se establecen los criterios para calificar a los pacientes. Son los siguientes: 

● NIVEL A: Paciente con buen nivel de salud previo al ingreso.
● NIVEL B: Paciente con enfermedades limitantes previas.
● NIVEL C: Paciente geriátrico con fragilidad y enfermedad crónico avanzada u oncológico
avanzada.
● NIVEL D: Situación de los últimos días

Para cada nivel, están protocolizadas las intervenciones en cada fase. Y la D se define como “una pendiente que desemboca en la agonía y se caracteriza por el empeoramiento de los síntomas y la alteración del nivel de conciencia”. Es allí, donde se recomiendan “medidas de confort, limitar las intervenciones de enfermería en la toma de constantes, establecer un t tratamiento paliativo y de control de síntomas”.
 

Las sensaciones dentro del hospital 

Mariela Fernández, subdirectora del Hospital Eva Perón, fue la encargada el viernes 14 de mayo de reflejar ante los medios el impacto en el personal del Modular de Granadero Baigorria, tras la muerte por Covid de una mujer embarazada de 27 años, sin comorbilidades previas: “Estudiamos esta profesión y estamos preparados para casos extremos. Pero no somos robots. No damos más. Se está muriendo gente cada vez más joven”, dijo. 

La doctora Ghio, consultada sobre lo que se siente cuando se debe tomar la decisión de elegir entre un paciente y otro, señaló, en diálogo con Sí 98.9: “Es lo más dramático que nos toca pasar a los médicos. Tenemos algunas herramientas, pero no son de las más agradables para tomar. Lo que estamos pasando ahora no los habíamos pasado nunca, es el peor pico de la pandemia. Y no hemos pasado todavía las enfermedades típicas del invierno”.

FUENTE: rosarioplus.com

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