Advierten en Misiones agotamiento del personal que da batalla en terapia intensiva

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El desgaste emocional y físico es una constante en la vida de los profesionales de la salud que representan la primera línea en la lucha contra el Covid-19. El personal, sobre todo los médicos y todos aquellos que se desempeñan en terapia intensiva, llegó al límite de sus fuerzas.

Durante el último mes se incrementó de manera exponencial la cifra de internados por coronavirus en Misiones, situación que impactó puntualmente en el gran Posadas donde según los datos oficiales -correspondientes al 18 de este mes- la saturación de camas alcanzó al 85%. Justamente, ante este panorama esta semana se incorporaron quince nuevas camas críticas, en las llamadas Unidades de Terapia Intensiva (UTI).

La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Sati), con filial en la provincia, dio a conocer un último informe sobre el recurso humano en la trinchera: el 88% del personal de salud “tiene signos de agotamiento”; son médicos intensivistas, enfermeros especializados, traumatólogos, anestesistas, entre otros especialistas que todos los días asisten a los pacientes internados en cuidados intensivos.

El 61,46% del personal se siente irritable y el 57,81% sufre trastornos del sueño, como consecuencia del estrés que viven, entre otras cosas, por tener que informar los fallecimientos diarios de enfermos a sus seres queridos.

La Sati, en su filial Misiones contempla o releva información del Hospital Escuela Doctor Ramón Madariaga y en el Hospital de Fátima, ambos ubicados en el gran Posadas.

“En estas últimas semanas, la carga laboral se ha incrementado bastante, el aumento de los casos es significativo, estamos atravesando el segundo pico de contagios”, afirmó Sebastián Welsh, médico terapista del Hospital Escuela Madariaga.

“La situación es tan grave que todos los médicos terapistas debemos estar en unidades Covid”, remarcó el profesional en diálogo con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.
“La situación es difícil, ahora otro grupo etario está siendo afectado, mucho más joven, donde el uso de las camas de terapia intensiva es más prolongado porque los jóvenes tienen más reserva orgánica”, advirtió.

Profundizó que en promedio el paciente queda internado entre 20 y 25 días, y actualmente con pacientes más jóvenes, posiblemente se extienda.

Insuficiencia respiratoria

“Hemos visto mucha insuficiencia respiratoria, que requieren de estrategias muy complejas, particularmente en el caso del Covid los pacientes requieren de asistencia respiratoria mecánica en una alta demanda”, aseguró Welsh.

“El paciente en esta situación es necesario intubar, y cuando la oxigenación está muy deteriorada hay que ventilarlos boca abajo”, agregó.

Expuso además que “el pulmón se comporta de una manera muy compleja en algunos pacientes, es muy difícil aplicar la misma estrategia a todos”.

En ese sentido, evidenció que el compromiso inicial “es solamente pulmonar, muy pocos pacientes tienen compromiso de otros órganos como pasa en el resto de las infecciones”.
Welsh detalló cómo es una jornada de trabajo de un médico intensivista. “Se toma el pase de guardia, donde se comentan las novedades de los pacientes, luego se transita a las diferentes unidades que tenemos en el hospital”.

Explicó que en esta última etapa se agregaron 8 camas. “Dividimos la unidad en salas Covid que necesitan aislamiento, y salas donde ingresan el resto de los pacientes con patologías no Covid”.

“Uno se prepara, se pone el equipo completo, un traje hermético donde los médicos sólo nos comunicamos a través de los ojos cuando evaluamos a los pacientes”.

La unidad la recorren alrededor de dos horas, controlando a los pacientes. Luego, de no mediar complicaciones, su trabajo en esa zona finaliza y deben irse a bañar.

“Nunca hemos llegado a definir qué paciente entra a terapia porque por suerte siempre tenemos camas”, destacó.

Por último valoró que el personal de salud “fue privilegiado en recibir la vacuna a tiempo, antes de la primera ola. Estamos muy agradecidos. Fue un gran arma para enfrentar todo esto”.
Más camas, escenario complejo

La incorporación de camas críticas a los hospitales de Posadas representa una muestra del complejo escenario. Se amplió el sector UTI del Madariaga con diez camas que fueron instaladas en el ex hospital Materno Neonatal (donde funciona el centro de testeos gratuitos) que oficiará de anexo; y se sumarán otras cinco camas al hospital Favaloro, de Villa Cabello.
En el caso del Madariaga que pasará a contar de 55 camas UTI a 65; cuenta también con 66 respiradores artificiales y 65 camas con oxígeno, es decir, de terapia intermedia. El Favaloro, por su parte, de siete camas UTI pasará a contar con doce.

“Es mucho estrés”

El sector de UTI dentro del hospital Samic de Alem no escapa a la realidad de la provincia y el país. El jefe del sector de enfermería que debe trabajar a diario con su personal a cargo , Ramón Lezcano, dijo que “el agotamiento no es sólo físico sino el estrés es mucho”.

Asimismo sostuvo a este matutino que todos el personal “trabaja no sólo su turno sino que siempre están atentos a cubrir alguna urgencia, el cansancio no nos puede ganar aunque ver cómo este virus afecta nos va desgastando sobre todo viendo que muchos vecinos no cumplen con los cuidados que tenemos que tener todos” reflexionó.

“Esta situación -de agotamiento – se ve en la sala de aislamiento y en guardia de emergecia”, acotó el enfermero.

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