Rubén de Jesús, fue el primero de los pacientes que gracias al Programa, recuperó algo tan preciado como la vista. El hombre de 58 años oriundo de la localidad de Conhello, hace cuatro años que había comenzado a ver disminuida su visión, al punto de prácticamente perderla totalmente en uno de sus ojos.
Pocos minutos antes del mediodía de ayer Rubén se preparaba para ingresar al quirófano en la Clínica de Ojos, acompañado por Macarena, una de sus hijas, para someterse a la una cirugía que en poco más de quince minutos le cambiaría la vida.
Macarena, justamente, fue quién vió en redes sociales una nota de este diario en el que se promocionaba el programa destinado a personas que padecen cataratas, y no tienen obra social, prepaga, ni recursos para afrontar una cirugía de este tipo.
“No lo puedo creer”
Algunas horas después de la cirugía, y luego de haber podido descansar un poco en su casa, Rubén habló con LA ARENA, aún sin poder creer el cambio. “La verdad que estoy bárbaro, no puedo creer lo bien que veo, porque ya no veía nada prácticamente. Hace tuve un accidente, me corté una mano trabajando con una amoladora, porque no veía nada casi”, contó todavía emocionado por las nuevas sensaciones.
En esa línea, detalló que “hace más o menos cuatro años que empecé a tener problemas de vista, y estaba cada vez peor. Me había hecho un par de controles, a fines del año pasado había ido a Pico con una de mis hijas, y me dijeron que el 10 o 12 de febrero me iban a llamar por un turno, pero nunca me llamaron”.
Y agregó que “mi otra hija encontró esto de la Fundación Clínica de Ojos sin querer, en el Facebook, y ella llamó por teléfono. Yo vine a revisarme una vez, y en 15 días ya estoy operado, es una cosa de locos, no lo puedo creer”.
“Me cambió la vida”
El hombre detalló que no tiene obra social, “siempre fui changarín, sin esto realmente no me podía operar. Esto es algo que me cambió la vida”, expresó.
Y agregó que “adentro del quirófano nomás, cuando me sentaron en el sillón, los doctores me decían ‘ya tenés que estar viendo Rubén’, y yo no quería saber nada, porque al principio es como que uno empieza a dudar, y el doctor Cantarutti me dice ‘mirá la mano’, y la veía. Además, con el correr de las horas voy viendo cada vez mejor, con más claridad”.
Finalmente, aconsejó a todas aquellas personas que necesiten una cirugía similar, y no tengan los recursos para afrontarla. “Yo les recomiendo a todas las personas que sean así laburantes como yo, que no tienen trabajo fijo que se acerquen a la clínica, o que llamen, porque yo no lo puedo creer todavía, salí viendo de ahí, y para mi es algo más que espectacular”.
“Estoy muy agradecido con ellos, porque la verdad que pasé de no ver nada, o ver un con un solo ojo, tener que darme vuelta completo para mirar, y ahora estar derecho y estar viendo, es algo que no se puede explicar con palabras. Es empezar de cero, porque realmente siento que esto me cambió la vida”, concluyó.
FUENTE: laarena.com.ar
