La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto de ley para eliminar la marihuana de la lista federal de drogas peligrosas, un paso histórico hacia su despenalización ya efectiva en muchos estados, aunque resta que supere la barrera del Senado.
Esta es la segunda vez que el texto, denominado Ley de Eliminación y Reinversión de Oportunidades de Marihuana (MORE), se presenta en la Cámara de Representantes.
Había sido aprobado en diciembre de 2020 por la mayoría demócrata pero no llegó a ser presentado en el Senado, entonces controlado por los republicanos.
El texto de la Ley MORE se votó siguiendo líneas partidistas (220 a favor, 204 en contra), y sólo tres republicanos se sumaron a la mayoría demócrata. Pero la aprobación en el Senado será más difícil, ya que los demócratas necesitan los votos de 10 senadores republicanos.
El proyecto propone despenalizar en todo el país el consumo de marihuana, cuyo uso recreativo es legal en 18 de los 50 estados, incluido el de Nueva York, mientras que otros 37 lo permiten con fines médicos.
El proyecto también propone borrar los antecedentes penales de aquellos condenados por posesión y consumo de cannabis, siempre que sus crímenes no hubieran sido violentos.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmó ayer en un discurso que esta es “una de las legislaciones más importantes para reformar el sistema penal de la historia reciente”.
Pelosi consideró que la legislación podría otorgar “justicia a aquellos perjudicados por las consecuencias brutales e injustas de la criminalización” y evitar que Estados Unidos repita los “graves errores” del pasado.
La Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, ya aprobó una iniciativa similar en diciembre de 2020, pero se quedó estancada en el Senado.
Para aprobar cualquier ley sobre el cannabis en el Senado, hacen falta 60 votos y los demócratas tienen una estrecha mayoría de 50 escaños con el voto de desempate de la vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris, que ejerce como presidenta de esa cámara.
Pese a las pocas probabilidades de implementarse, la idea de despenalizar la marihuana es cada vez más popular en Estados Unidos, donde el 91% de los adultos están a favor de legalizarla tanto para uso recreativo como medicinal, de acuerdo a una encuesta de abril de 2021 del centro de estudios Pew
En la práctica, si se aprobara la ley, la marihuana no sería legal en todo el país y los distintos estados aún podrían procesar a sus ciudadanos bajo la ley estatal.
La Ley MORE despenalizaría a nivel federal la posesión, venta y producción de marihuana, actualmente considerada por la Agencia de Control de Drogas (DEA) como equivalente al LSD, la cocaína o la heroína.
El texto “considera a la marihuana como un problema de salud pública más que como un delito y serviría para corregir el alto costo que causa su penalización en comunidades desfavorecidas y de color”, expuso el demócrata Jerrold Nadler, autor principal de la propuesta.
Para Aaron Smith, de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (NCIA), la ley también garantizará que “las pequeñas empresas y los miembros de las comunidades marginadas que han sido desproporcionadamente víctimas de la prohibición puedan beneficiarse de las oportunidades creadas por un mercado de la marihuana regulado”.
La prohibición de la marihuana a nivel federal dificulta la expansión de su producción y su comercio legal.
Según el sitio informativo a favor de la marihuana Leafly, el sector, en pleno auge, valía 25.000 millones de dólares y empleaba a 321.000 personas en 2021, pero los bancos siguen reacios a financiar a productores o vendedores por temor a ser procesados por lavado de dinero.
Los opositores a la medida insisten en los peligros de la adicción, especialmente entre los jóvenes, y los accidentes de tráfico por parte de conductores que la hayan consumido.
“Mucha gente consume marihuana, cuando esté legalizado a nivel federal, incluso más personas lo harán y el nivel de peligro aumentará”, advirtió Cliff Bentz, un legislador republicano de Oregón, uno de los principales estados productores.
El texto también introduciría un impuesto del 5% a la venta de marihuana y sus derivados, para financiar la atención y reinserción de las víctimas, en su mayoría afroestadounidenses, de la guerra contra las drogas, informó la agencia de noticias AFP.