El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, generalmente denominado TDAH, es una afección del desarrollo neurológico en niños y adolescentes que se extiende hasta la edad adulta en hasta aproximadamente dos tercios de los casos.
A nivel mundial, se estima que su prevalencia ronda el 5% en niños y adolescentes y el 2,5% en adultos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este trastorno incluye una combinación de problemas persistentes, como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo. Los niños con TDAH también pueden presentar baja autoestima, dificultad para relacionarse o menor rendimiento escolar.
Se presenta de tres maneras: predominio de falta de atención, predominio de hiperactividad con impulsividad o mixto. Se da debido a una predisposición genética, factores neurobiológicos, fisiológicos y/o epigenéticos. Según una nueva investigación, el TDAH es un factor de riesgo para varios problemas de salud mental comunes y graves, según un estudio publicado en la revista BMJ Mental Health.
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad puede llevar a los niños a enfrentar problemas como baja autoestima, de relación y bajo rendimiento escolar (Andina)
El TDAH se ha relacionado con trastornos del estado de ánimo y de ansiedad en estudios observacionales, pero no se sabe si está causalmente asociado con otras enfermedades mentales.
De acuerdo a recientes hallazgos, esta condición se asocia con depresión mayor, trastorno de estrés postraumático, el trastorno alimentario de anorexia nerviosa, e intentos de suicidio. Es por este motivo que los investigadores recomendaron una mayor vigilancia por parte de los profesionales de la salud para prevenir estos trastornos en el futuro.
Para intentar averiguar la asociación entre ambas condiciones, los investigadores utilizaron la aleatorización mendeliana, una técnica que utiliza variantes genéticas como sustitutos de un factor de riesgo particular (en este caso, TDAH) para obtener evidencia genética que respalde un resultado particular.
En este estudio, se identificaron siete enfermedades mentales comunes. Estas fueron: depresión clínica mayor; trastorno bipolar; trastorno de ansiedad; esquizofrenia; trastorno de estrés postraumático (TEPT); anorexia nerviosa; y al menos un intento de suicidio.
Los resultados sugieren la necesidad de un monitoreo y tratamiento temprano en pacientes con TDAH, dadas las posibles asociaciones con otros trastornos psiquiátricos
Cómo se hizo el estudio
Los investigadores utilizaron inicialmente la técnica para establecer vínculos potenciales entre el TDAH y los siete trastornos. Luego la aplicaron para ver si los trastornos asociados con el TDAH podrían ser potencialmente responsables de los efectos detectados en el primer análisis. Finalmente, combinaron los datos de ambos análisis para calcular los efectos directos e indirectos del TDAH. Los resultados fueron:
– No hubo evidencia de un vínculo causal entre el TDAH y el trastorno bipolar, la ansiedad o la esquizofrenia, mostraron los resultados del análisis.
– Hubo evidencia de un vínculo causal con un mayor riesgo de anorexia nerviosa (28%), y pruebas de que el TDAH tenía mayores riesgos de depresión clínica mayor (76%).
– Surgió una asociación causal directa tanto con el intento de suicidio (30% de aumento del riesgo) como con el TEPT (18% de aumento del riesgo).
El estudio encontró evidencia de una relación causal del TDAH con la depresión clínica mayor. Muchas veces el trastorno se detecta en los primeros años de vida
Los investigadores advirtieron que, si bien la aleatorización mendeliana es menos propensa que los estudios observacionales a la influencia de factores no medidos y la causalidad inversa (por lo que el TDAH podría ser una consecuencia de los diversos trastornos estudiados y no al revés), no está exenta de limitaciones.
Por ejemplo, señalaron que el mismo gen puede estar asociado con diferentes rasgos, lo que dificulta identificar el efecto causal relevante. Sólo se incluyeron personas de ascendencia europea, por lo que los hallazgos podrían no aplicarse a otras etnias.
Sin embargo, los investigadores concluyeron que sus hallazgos deberían alentar a los médicos a ser más proactivos al tratar a personas con TDAH.
“Este estudio abre nuevos conocimientos sobre las vías entre los trastornos psiquiátricos. Por lo tanto, en la práctica clínica, los pacientes con TDAH deben ser monitoreados para detectar los trastornos psiquiátricos incluidos en este estudio y, si es necesario, se deben iniciar medidas preventivas”, afirmaron.