La misma se realizó en el marco de la conmemoración por el ‘Día Mundial de Tartamudez’, en la Casa Histórica y contó con la presencia de autoridades del Sistema Provincial de Salud, padres, niños y adultos disfluentes pertenecientes al consultorio público que existe en la provincia.
La directora del Programa Integrado de Salud, doctora Elena Hurtado en referencia a la conmemoración dijo haber presenciado un acto muy emotivo en el que pudieron escuchar el testimonio de padres y pacientes que están en el consultorio de tartamudez. “Es muy importante este evento porque mostró la articulación que existe entre la parte programática que es el Programa de Prevención de Tartamudez y los distintos niveles de atención, ya que acudieron los del primer nivel, segundo y del tercero. Es una atención integrada de pacientes necesaria para que puedan tener continuidad, sostenerlos en el tiempo y apoyarlos porque es un equipo multidisciplinario que permite que estos pacientes puedan salir adelante”.
Y añadió: “Todo esto tiene que ver con una decisión ministerial, tanto este consultorio como la escuela de pacientes, que permite espacios que, de otra manera, sin la salud pública gratuita no sería posible, porque los costos de un tratamiento de este tipo son muy elevados y eso se puede lograr hoy en día en Tucumán gracias a la decisión de nuestro ministro Luis Medina Ruiz, quien ha decidido que esto se siga sosteniendo como política pública y apoyar a todas las familias que lo necesitan”, destacó.
A su vez, la licenciada Lina Almazán, responsable del Consultorio Público de Tartamudez y coordinadora del Programa Provincial, dijo: “Como todos los años, cada 22 de octubre se celebra el Día Mundial de la Tartamudez y este año de decidió realizar un acto en un lugar emblemático como en la Casa Histórica. Se trata de una jornada de concientización y sensibilización de la Tartamudez, donde están como protagonistas las personas de disfluentes y su familia”.
Asimismo, la profesional contó que el consultorio de Tartamudez del hospital Avellaneda, atiende de lunes a viernes de 13 a 19 horas, y que los días martes se llevan a cabo talleres donde funciona el grupo de ayuda mutua de personas con Tartamudez, tanto de niños como de adolescentes y adultos, de 14 a 18 horas. Para acceder, las personas deben llegarse por el consultorio y se le asigna el turno ya que son programados, el último martes de cada mes se abre la agenda de turnos.
El licenciado Federico Gómez Tacón, psicólogo y perteneciente al equipo de Tartamudez de la provincia, comentó que realizan trabajos articulados con las escuelas, además de con los papás para que puedan dar charlas y concientizar en el sistema educativo. Además, realizan una tarea a nivel grupal con los Grupos de Ayuda Mutua (GAM) y de manera individual en los consultorios.
Verónica Menín, psicóloga y miembro del equipo detalló que reciben a niños muy pequeños, aproximadamente desde los tres años sin límite de edad, es por ellos que se trabaja con tres niveles de grupos, niños, adolescentes y adultos. “En cuanto a la detección, se trabaja haciendo acompañamiento y apoyo y talleres con los padres. Tenemos el área que llamamos de Lenguaje y Comunicación, que es allí cuando notamos que el lenguaje no va avanzando acorde a lo que se espera, lo cual es uno de los primeros signos de alerta cuando hablamos de niños muy pequeños”, detalló.
Siguiendo esta línea, la psicóloga hizo hincapié en la labor que realizan con las escuelas: “Trabajamos de forma articulada con las docentes y con los papás, brindamos capacitación libre y gratuita tanto a docentes como a padres, el objetivo es que los chicos sigan estudiando y que no abandonen a temprana edad la escuela, además que puedan ser integrados como cualquier otro alumno en el ámbito escolar, no importa si es la primaria, la secundaria o la universidad”, agregó.
Por su parte la doctora Marcela Alejandra Collante, directora de la Escuela de Pacientes y médica neumonóloga del hospital Avellaneda, comentó que actualmente tienen más de 13 aulas funcionando, entre ellas el aula de Tartamudez coordinada por la licenciada Lina Almazán.
“Realmente importantísimo el trabajo que realiza la licenciada Lina, lo vemos en sus talleres semanalmente con la concurrencia de los niños al hospital. El espíritu de la escuela de pacientes es la ayuda, formar pacientes expertos, nosotros los educamos y a su vez él le enseña a otro nuevo que ingresa”, comentó.
Finalmente, Daniela, mamá de Francesco de 11 años, contó que hace seis años que él es paciente del consultorio de Tartamudez del hospital Avellaneda y que llegó derivado por una fonoaudióloga. “Ha tenido muchos avances en estos años con la licenciada Lina, es más fluida su habla, no tiene dificultades en nada, el aprendizaje de él es normal. Es importante que las personas sepan que no es una discapacidad y que no dificulta en su aprendizaje a diario”, cerró.
FUENTE: msptucuman.gob.ar