Los bioquímicos comienzan a cobrar un “copago” o “bono”, a los afiliados a las prepagas, como una forma de generar recursos que “les permitan afrontar los gastos que las prestaciones implican y que las empresas no reconocen como debieran”.
Así lo expresó la titular de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), María Cecilia López, quien admitió que el problema “viene de arrastre durante de todo el año, ya que nunca se trasladaron incrementos acordes al proceso inflacionario y en este último tiempo, con la escalada descontrolada de precios fijados por los proveedores de insumos y reactivos, debido a los problemas de importación, ha provocado que esa brecha de incrementos que nos separa sea insostenible.”.