“Todo el mundo tiene recuerdos falsos todo el tiempo, incluso si crees que tienes la mejor memoria del mundo”, aseguró la psicóloga Julia Shaw, , en el programa televisivo de la BBC ” The Life Scientific” y añadió: ” Los recuerdos de nuestras vidas vienen acompañados de un pie de página llamado componentes multisensoriales. Esos recuerdos son mucho más complejos que recordar un suceso”.
En el informe televisivo británico, la académica del University College de Londres ejemplificó este efecto: “Si estás recordando un suceso, como el 11 de septiembre de 2001 con el ataque a las Torres Gemelas de New York, no tienes que acceder a tantos lugares en tu cerebro. Pero al revivir una experiencia propia, necesitas conectar todas las partes del cerebro responsables de las diferentes sensaciones, formando una red de neuronas grande e intrincada”.
En ese aspecto, los recuerdos, advirtió la especialista, no son el registro exacto del pasado que se estima pensar que son. “La forma en que recordamos es irremediablemente defectuosa y a menudo guardan poca relación con eventos verificables, algo que se ha confirmado una y otra vez en estudios científicos”, señaló la investigadora al medio del Reino Unido y agregó: “En última instancia, nuestros cerebros no están ahí simplemente para registrar el pasado de manera perfecta y confiable. Están ahí para navegar por el presente y pensar en el futuro”.
Julia Shaw se hizo conocida por un experimento que realizó para su doctorado, en el que mostró cómo un grupo de estudiantes creaban recuerdos falsos. En esa investigación, los estudiantes terminaron describiendo cómo, hacía pocos años, habían agredido a personas o habían sido atacados por un animal, cuando en realidad no había sucedido tal cosa.
Para concretar ese estudio, Shaw se valió de información proporcionada por los padres de los voluntarios para implantarles memorias. Tras ganarse su confianza, les decía, por ejemplo, que sus padres le habían contado que cuando tenían 14 años habían atacado a alguien con un arma y la policía había estado involucrada. Luego introducía detalles de la vida real, como ‘tu amigo Alan estaba presente’ y les informaba que ocurrió en el lugar en el que vivían en esa época.
El paso siguiente, era ayudarlos a recordar lo que ella sabía era irrecordable, y los guiaba en ejercicios de imaginación. “Al final, la cantidad de detalles que me dieron superó con creces mis expectativas. Un asombroso 70% de los participantes en nuestro estudio crearon falsos recuerdos de actividades delictivas. Desde una perspectiva puramente científica, eso es emocionante”, admitió la especialista.
En ese contexto, la psicóloga subrayó que el estudio “pasó por una extensiva aprobación ética, porque era una gran manipulación y fue una gran experiencia de aprendizaje”. “Nuestros recuerdos están siendo influenciados por personas, por lo general sin intención, todo el tiempo. Así que creo conveniente enseñarle a la gente a ser consciente de ello y a entender cómo funciona ese proceso”, destacó Julia Shaw.
“Es una manifestación de cuán endeble es la cortina que separa nuestra imaginación y nuestra memoria”, escribió la psicologa Elizabeth F. Loftus, quien hizo experimentos similares. Loftus es considerada como una de las psicólogas más eminentes del siglo XX por la Asociación Estadounidense de Psicología, y contribuyó a cambiar la idea dominante hasta hace unas pocas décadas de que los recuerdos eran representaciones literales de eventos pasados guardados en una especie de biblioteca mental.