La muerte de dos trabajadoras del sistema de salud provincial por enfermedades respiratorias dejó al descubierto las falencias del Hospital Eva Perón, que está en el barrio que lleva el mismo nombre en Villa Mercedes. Por la gran cantidad de casos, los vecinos aseguran que los turnos no alcanzan, faltan médicos, no hay tareas de prevención y quienes cumplen funcionen no cuentan con los materiales necesarios para su labor.
Otro de los aspectos que genera indignación es la demora de las autoridades para informar los fallecimientos de las trabajadoras que se conoció esta semana, dado que el primero fue el 15 de junio y, el segundo, el sábado. A ambos recién los dieron a conocer este miércoles.
“A mí me diagnosticaron con neumonía Acá hay muchísimos casos, en mi familia primero le agarró a mi hijo más grande, después al más chico, seguí yo y ahora está mi hija, que hace varios días se siente mal. La primera vez que fui al hospital la doctora ya se iba, me dio para retirar remedios y no me los quisieron entregar porque faltaban indicaciones. Un día tuve que ir llorando para que alguien venga a ver a mi hijo porque no lo podía levantar de la cama, y también me lo negaron”, contó María, una de las residentes.
Si bien la empleada administrativa y la ordenanza que murieron tenían comorbilidades (una tenía problemas renales, ambas diabetes e hipertensión), una fuente que se desempeña en el centro médico dijo que la mayoría de sus compañeros están con problemas bronquiales. Hubo reclamos para que se desinfecte más y mejor el lugar, pero no fueron escuchados.
“Queremos que comuniquen lo que está pasando, para que la gente tome conciencia, que anden con barbijo, que no tengan contacto con alguien que tiene gripe, o que no compartan mates, porque es contagioso. Yo la pasé y es terrible, te duelen los ojos, no podés hablar, tuve tos continuamente, fiebre. A mi hijo se le ‘reventaba’ la nariz, le sangraba y le dolía hasta la nuca”, repasó.
La mujer mencionó que en el lugar solo atienden a tres pacientes por hora y hasta las 18. Dijo que en estos días que estuvo enferma fue y le dijeron que debía ir al Hospital Bailone, ya que tiene Dosep. Pero allí tampoco tuvo éxito y debió ir a una clínica privada y pagar 10 mil pesos para que la vean.
“Yo vivo en el Eva Perón 3 y hay muchas personas que están muy complicadas con la gripe y no nos quieren atender, o nos derivan al Policlínico Regional, donde tenemos que esperar dos o tres horas y con suerte te reciben, la gente se cansa y se vuelve”, manifestó Tania, otra de las vecinas.
Agregó que la situación es tan precaria que incluso han suspendido los controles de niño sano. “Hace poco fui con mi sobrina de 4 años que estaba volando de fiebre y me dijeron que no. Le dije que eran las 17:40, que todavía estaba a tiempo,y me respondieron que ya no había médico y nos tuvimos que volver, es terrible”, sostuvo.
FUENTE: El Diario de La República
