El investigador Jesús Sánchez Ruíz, responsable de proyectos científicos de la Fundación CRIS contra el Cáncer, analiza en este artículo cómo han evolucionado los avances contra el cáncer tomando una referencia popular, la película Jurassic Park de 1993.
Investigador, divulgador y dibujante de cómics científicos, Jesús Sánchez Ruiz tiene una dilatada trayectoria como investigador en el ámbito del cáncer.
Doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en laboratorios del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
Ahora, el doctor Jesús Sánchez Ruiz es responsable de proyectos científicos de la Fundación CRIS contra el Cáncer.
“Jurassic Park y el tratamiento del cáncer”
Jesús Sánchez Ruiz
Si alguna vez te pasa por la cabeza la duda de si algún día seremos capaces de tratar el cáncer o si estamos consiguiendo avanzar significativamente en conseguir terapias efectivas, te propongo un ejercicio: Piensa en Jurassic Park.
Jurassic Park (1993) es una película que en el imaginario popular es relativamente reciente. Demonios, incluso se hablaba de tecnología genética, clonar animales extintos a partir de fósiles… Por lo general no percibimos que haya pasado tanto tiempo desde el estreno de esa película.
Pero si lo pensamos, nuestro conocimiento sobre el cáncer y las opciones terapéuticas de aquel entonces estaban en una esfera radicalmente distinta a la actual. Basta con ojear las tasas de supervivencia al cáncer a principios de los años 90: solamente un 34%* de las personas con cáncer lograban sobrevivir. Hoy en día, en España la supervivencia ronda ya el 60%**. Es decir, actualmente sobreviven casi el doble de pacientes que cuando se estrenó Jurassic Park.
Las terapias dirigidas
Si nos detenemos un poco más, veremos que cuando se estrenó esta película todavía no había ni rastro de muchas terapias que hoy en día son habituales, y el arsenal de tratamientos contra el cáncer era aún bastante limitado.
Por ejemplo, las primeras terapias dirigidas contra puntos débiles de tumores todavía tardarían 5 años en aprobarse: El trastuzumab, que ha ayudado a millones de pacientes de cáncer de mama, no se aprobó hasta 1998.
La inmunoterapia
Otro ejemplo es, la inmunoterapia contra el cáncer, que actualmente es el pilar de la estrategia de tratamiento de muchas personas.
En el momento en el que Jurassic Park apareció en nuestras vidas, apenas se habían plantado los primeros gérmenes de estas terapias: en 1992 se describió un mecanismo (llamado PD1) que años después se demostró que lo usan frecuentemente las células tumorales para desactivar a nuestras defensas.
Esto desembocó en unas terapias revolucionarias que irrumpieron en 2011 y cambiaron completamente la manera en la que se trata el melanoma, el cáncer de pulmón y muchos otros.
Las terapias CAR-T
O las terapias CAR-T, que consisten en células del sistema inmunitario equipadas con un radar para detectar y destruir células tumorales. Actualmente son un rayo de esperanza para muchos pacientes de cáncer, pero en 1993 apenas se habían creado unos primeros prototipos que ni siquiera funcionaban especialmente bien.
Podríamos estar horas enumerando los avances en cáncer que se han realizado desde el estreno de Jurassic Park: Decenas de terapias dirigidas contra puntos débiles de tumores, infinidad de estrategias de inmunoterapia, la personalización cada vez mayor de los tratamientos, estrategias de precisión para predecir cómo va a desarrollarse la enfermedad de cada paciente, integración de enormes cantidades de datos gracias a las mejoras en computación, la capacidad de conocer rápidamente los detalles del material genético de los tumores de los pacientes… ¡Incluso se están dando los primeros pasos para lograr vacunas que prevengan algunos tipos de cáncer!
Resulta importante realizar de vez en cuando estos ejercicios de contextualización. Nos ayuda a darnos cuenta de que realmente estamos avanzando, de que realmente sabemos más del cáncer; de que realmente estamos curando a más personas.
Y si lo estamos haciendo se trata fundamentalmente gracias a la investigación, que nos permite profundizar en los detalles moleculares de estas enfermedades, nos ayuda a desarrollar tecnologías con las que avanzar más rápidamente y nos abre la puerta a crear nuevas estrategias para tratar a las personas de manera más eficaz.
En Cris contra el cáncer lo tenemos claro: Con suficiente apoyo a la investigación, posiblemente en apenas 20 años seremos capaces de tratar eficazmente la mayoría de los tumores. Pero para que esto ocurra es fundamental que todos y cada uno de nosotros apoyemos e impulsemos la investigación. Sólo así lograremos que cuando la gente de 2040 revisite las películas de Jurassic Park de nuestros días, lo haga desde un mundo donde el cáncer se trate de manera eficaz.
